Este dulce está hecho a base de harina de centeno, malta, agua, sal, cáscara de naranjas amargas y melaza. Lo típico es probarlo en los días de Pascua, que es cuando se toma. Es como una especie de dulce pastoso con un sabor aceptable. Más adelante veremos comentarios de mis amigos por WhatsApp diciendo lo asqueroso que parece.
Yo lo probé cuando fui niño, más pequeño. Estaba en casa de una amiga de mi madre, que vive en Lahti, y ella me puso mämmi para que lo probase. Se me quedará grabado en la cabeza cuando Anne (ese es su nombre) le dijo a mi madre que lo había comido. Ella no supo nada hasta entonces, ya que estaba fuera.
Se puede comer solo, pero yo lo hice con leche. Una combinación bien buena. Si lo habéis probado y no os ha gustado, intentadlo como yo hice, así su sabor puede que os resulte más suave. Sino, aún hay un truco para hacerlo más agradable de comer: no morder, aplastar con la lengua contra el paladar.
Lo cierto es que no suele lucir por su aspecto. De hecho, hice la prueba de enviar una foto -lo más desagradable posible- por grupos de WhatsApp y me hacían comentarios tipo «¿De qué es? ¿De chocolate? Parece mierda», «¿Qué clase de carne es?» o «No sé si podría comérmelo, por muy bueno que esté».
Realmente no tengo mucho más que decir de esto, ya que solo lo probé una vez, y desde entonces ni lo he visto. ¡Pero os animo a que lo probéis! 🙂
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