Suomenlinna es todo un paraíso histórico. Visité esta preciosidad de fortaleza en unas islas al sur de Helsinki por primera vez en abril de 2015 y después en invierno tres años más tarde. Enseñé el archipiélago en el vlog «Visitando Suomenlinna y Helsinki», pero tenía ganas de explicar más a fondo este sitio, Patrimonio Mundial de la Unesco.
Para explicaros un poco esto, he cogido un folleto de los que hay en el punto de información. Por cierto, los hay en español. La fortaleza fue construida en el siglo XVIII, empezaron en 1748. Entonces Finlandia seguía bajo dominio sueco.
Esta fortaleza fue ideada por Augustin Ehrensvärd. En ese momento la llamaban Sveaborg, por lo de Suecia, o Viapori en finlandés. En 1918 se renombró y pasó a tener el nombre por el que la conocemos ahora. Su fundador fue enterrado allí mismo, y se encuentra en el patio de armas, que está coronada por su sepulcro.
En tiempos de guerra, Suomenlinna se podía considerar toda una ciudad. Tenía más de 7.000 habitantes. Actualmente, tiene unos mil. Hay que recordar que allí todavía vive gente, es un distrito más de Helsinki.
Recuerdo de una película que ponen en el museo de Suomenlinna que en la guerra contra Rusia en 1808 la fortaleza aguantaba razonablemente bien los golpes rusos. Pero, de forma inexplicable, el rey de Suecia cedió, y eso no sentó bien.
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El museo de Suomenlinna, por cierto, lo recomiendo. La entrada cuesta cinco euros (menos si eres jubilado o estudiante), y no es que sea muy grande, pero entre los vídeos y la exposición pasas un muy buen rato. La principal película que muestran, de 25 minutos, está en español y es una pasada el entusiasmo que muestra el narrador. En otro documental que reproducían vi cómo antes los finlandeses iban caminando a las islas en invierno. Por desgracia ya no se puede hacer por el aumento del tráfico marítimo.
Turismo en Suomenlinna
Lo primero, si queréis pasar un día allí tienes que prepararte para caminar. Llevad calzado cómodo, agua y algo de comer tampoco vendría mal. Además, las calles a menudo están hechas con piedras, por lo que puede resultar incómodo.
Para ir, recomiendo coger el ferry desde Kauppatori, en el centro de Helsinki. Cuesta cinco euros, pero puedes hacer también la vuelta. Si tienes la tarjeta de transporte regional la puedes utilizar sin problemas. También hay un autobús acuático, pero tengo entendido que es más caro. Con 15 minutos de recorrido ya has llegado al muelle principal del archipiélago.
Antes incluso de llegar, podrás apreciar la torre de la iglesia. Es la mejor indicación de que vas en la dirección correcta. La iglesia de Suomenlinna se construyó en 1854 como un templo religioso ortodoxo. Sin embargo, en los años 20 pasó a ser luterano. Justo enfrente de este edificio está Rantakasarmi, una construcción de un bello color rosado que aporta una identidad única al lugar. Por cierto, no dejes de entrar allí, puesto que siempre hay alguna exposición artística en su centro de información turística.
Sin duda, la mejor época para visitarlo es verano. No porque sea más bonito, sino que hay más cosas abiertas. Yo como fui por primera vez en primavera, me perdí la entrada al submarino Vesikko, de la Segunda Guerra Mundial, o varios museos. Eso sí, os tendréis que enfrentar al viento, que suele soplar bastante.
Los cañones, el famoso dique seco…
Lo que no pierde el encanto con la estación es la zona de murallas y cañones. Se puede pasar dentro de los muros y contemplar el lugar en el que no hace tanto estaban disparando. Kustaanmiekka, en la otra punta del archipiélago, aún conserva diversas piezas de artillería que se usó contra los rusos. Pasear por allí y ver esas imponentes armas de guerra es toda una maravilla. Desde allí puedes ir a la Puerta del Rey (Kuninkaanportti), construida entre 1753 y 1754 en el lugar donde el rey Adolfo Federico de Suecia amarró mientras se construía la fortaleza.
Siguiendo nuestro recorrido, otro punto destacable es el dique seco (Kuivatelakka). Su atractivo histórico reside en que es uno de los más antiguos en todo el mundo que aún continúa funcionando (¡fue construido hacia 1760!). Allí tampoco verás yates o embarcaciones nuevas y de lujo, sino que los barcos que observarás son también ciertamente antiguos. Suena apetecible pasarse por allí, ¿verdad?
Por si quieres hacer deporte in situ, también hay una pista de hockey (que se ve que también la usan para jugar a fútbol), una cancha de baloncesto y otra de tenis. Es lo que me encontré en una parte residencial, que también tiene su atractivo por la belleza de las casas. Eso sí, no vayas por sitios inapropiados, pues no hay que molestar a los ciudadanos que tienen allí su vivienda.
Cuando vuelvas hacia el puerto de Helsinki, no olvides sacar la cámara para seguir disparando. Las vistas desde el barco son magníficas y si regresas al atardecer conseguirás fotos maravillosas. Este mi consejo.
Aunque ya hayas visitado Suomenlinna en verano, te aconsejo regresar en invierno. Es cierto que en algunas zonas hay que tener especial cuidado con el hielo, pero el paisaje es totalmente distinto. Ocurre en Finlandia en general y en esta fortaleza en particular.
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Si deseas acudir a Suomenlinna cuando haya algún evento interesante, no olvides consultar su página web oficial.
Si alguien ha ido a la fortaleza de Suomenlinna compartirá mi pasión por el lugar. Cuéntanos en los comentarios tu experiencia allí 😉.