(Post de Daniel Repiso del Pino)
Hablar de hockey sobre hielo es hacerlo sobre el deporte de equipo por excelencia en Finlandia. A pesar de ello, y debido a limitaciones más que obvias dado el número de habitantes del país en comparación con las grandes potencias mundiales como Canadá, Rusia y también Estados Unidos y la vecina Suecia, los Leijonat siempre han partido en Juegos Olímpicos y Mundiales un escalón por debajo de las 4 naciones anteriormente mencionadas.
Aunque en el palmarés de la selección finlandesa encontramos un par de oros mundiales y 4 medallas olímpicas (2 platas y 4 bronces), hasta la temporada pasada, con la llamada a ser la generación de oro del hockey finlandés, no han logrado romper con esa tendencia.
A falta de la disputa del World Cup of Hockey, una competición organizada por la NHL y totalmente diferente al mundial que la Federación Internacional (IIHF) organiza todos los años, Finlandia ha cerrado una temporada histórica con las medallas de oro en las categorías sub 18 y sub 20 y la de plata en la absoluta.
Nuestro protagonista tiene gran parte de culpa en el éxito de la selección y del hockey finlandés en general y además es protagonista de una carrera deportiva cuanto menos curiosa, con momentos realmente oscuros.
Un 19 de abril, hace 18 años, nació en Tampere Patrik Laine. Con sólo 13 años, Laine empezó a hacerse un nombre dentro del mundo del hockey nacional. Formaba parte del equipo sub 16 de Tappara, uno de los dos grandes equipos de Tampere, y tanto su físico como su habilidad con el puck daban que hablar entre sus entrenadores y los miembros de la dirección deportiva de la Federación.
2 años más tarde, Laine debutó con el primer equipo de Tappara, aunque pasó la mayor parte de la temporada cedido en la Liga Mestis, la 2ª división. Era un adolescente de 15 años entre profesionales adultos. Nuestro amigo Patrik era muy bueno y él era consciente, pero esto comenzaba a ser un problema.
Podemos decir que todo lo que se comentaba sobre Patrik Laine se le subió a la cabeza, como a tantos otros jóvenes que se ven muy pronto rodeados de éxito, pero él no supo y no quiso controlarlo. Su rendimiento en los entrenamientos era preocupante y su actitud en el vestuario, tanto en el de Tappara como en el de las categorías inferiores de la selección, molestaba a compañeros y, sobre todo, entrenadores. Laine fue relegado a líneas secundarias en Mestis y dejó de ser invitado a concentraciones de la selección, hasta el punto que se quedó fuera de la convocatoria del Mundial sub 20 de 2015. Poco antes de llegar a este momento, Laine tocó fondo y aceptó acudir a terapias con psicólogos especialistas. Lo del Mundial sub 20 fue un duro golpe, pero entendió la decisión tomada por la Federación y el entrenador, Hannu Jortikka.
Poco a poco, Patrik Laine recuperó su mejor nivel y antes de finalizar la temporada 2014-2015 fue llamado por la selección sub 18 para el Mundial, en el que demostró que su nivel era considerablemente superior al de sus compañeros.
Patrik Laine haciendo historia
Y llegó 2015-2016, una temporada que quedará para la historia como el año en el que un joven de 17 años dominó la competición nacional y el mundial absoluto. Tappara quiso demostrar la confianza que depositaba en él permitiéndole empezar con el primer equipo desde el primer momento y Patrik Laine respondió con lo que mejor sabe hacer, goles. Acabó la temporada regular como el novato con más goles (17) y puntos (33) y cerró los Playoffs con el título de liga y el MVP de la post-temporada. Antes de esto, oro y máximo goleador del mundial sub 20. Patrik Laine ya era la gran sensación del país y los analistas norteamericanos le situaban como un fijo dentro del Top 3 del Draft de este pasado mes de mayo.
Pero su temporada no había finalizado, ya que iba a recibir la llamada del seleccionador nacional para disputar el Mundial absoluto. El resultado, también para la historia, pues con sólo 18 años Laine fue elegido como el mejor jugador del torneo, además de la medalla de plata para Finlandia.
La tercera elección del Draft ya estaba descartada. Iba a ser primero o segundo, aunque las apuestas seguían siendo favorables para Auston Matthews, quien finalmente fue nombrado en primer lugar. Los Winnipeg Jets, equipo que allá por el año 1988 eligieran en la primera ronda a Teemu Selänne, tenían la segunda elección, la de Patrik Laine.
Durante los últimos años el nivel del hockey en Finlandia ha crecido exponencialmente. Si bien Mikael Granlund, miembro indiscutible de los Minnesota Wild, no ha terminado de explotar aún, la aparición de Aleksander Barkov, Jesse Puljujärvi y Patrik Laine han logrado que el programa de desarrollo finlandés se considere como uno de los más productivos.
Atentos a Patrik Laine, pues está llamado a superar los números de auténticas leyendas como Jari Kurri y Teemu Selänne.
Daniel Repiso del Pino
@EmppuAvs
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