El verano finlandés no se concibe sin una visita a esas casas de campo (o mökki) tan típicas del país. O, mejor dicho, varias visitas, porque una nunca es suficiente en los meses de más calor.
Por eso, nos adentramos para conocer cómo son por dentro. Verás que las tradicionales suponen prácticamente un regreso a la edad media. No necesariamente por su decoración, sino por otras cuestiones de las que carecen y que resultan imprescindibles a día de hoy. ¿Estás preparado para adentrarte?
Estas casas de campo por dentro son realmente pequeñas. Hay que pensar que cuando uno va a estas casi no se hace vida dentro. Si se tiene una terraza, ahí que van todos. Eso si el tiempo lo permite, claro. Por eso, a veces en la misma casita hay una parte que está cubierta y protegida de las inclemencias climáticas, para así poder tomar el café en paz.
En el interior, no obstante, hay el suficiente espacio como para hacer vida normal. No suele faltar la cocina, incluso si no llega el gas (una botella de butano es la solución a todo). Y, después, lo básico: una mesa para sentarse a comer o algún mueble que adorna el lugar.
Aunque se haga más vida en el exterior y el mökki sea pequeño, uno también se puede quedar a dormir. Normalmente hay un cuarto con la cama. He visto una habitación que tenía una de matrimonio, y vamos, ahí no había sitio ni para caminar – literalmente. Sino, siempre puedes llevar una cama hinchable y solucionado.
Sin luz en los mökki
Si acudes a una casa de campo tradicional, de esas que ya llevan sus años, te encontrarás que no tiene luz. Ni agua. Y, como ya dije, ni gas. En cuanto a la luz, se puede solucionar con un generador, algún tipo de energía renovable o, si no hay más remedio, pilas. Eso sí, en algunos mökki más modernos ya hay la posibilidad de que llegue la línea eléctrica.
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Sobre el agua, no suele ser un problema grave. Se puede traer desde casa o, mucho mejor, aprovecharla del lago. No tiene mayor misterio, y además se suele usar para poca cosa: lavar los platos o las manos tras ir al baño. Porque, total, la función de la ducha la cubre más o menos bien el lago.
Los mökki en general son tan pequeños que no dan cabida a todas las partes que necesita una casa. La sauna suele estar en otra casa aparte, y lo mismo con el baño. Tiene sus desventajas, en especial en días de lluvia, pero también posee un encanto especial.
En general, tenemos un sitio pequeño, pero a la vez bastante acogedor. Por supuesto, las hay de distintos tipos, pero a niveles generales estas son las características. ¿Qué es lo que más te gusta de estas casas de verano? 😉
Pues, la verdad: apetece una de esas casas de campo, para desconectar del todo. Malicioso tu comentario (en la entrada de los baños) sobre lo que se puede hacer en Mallorca y no en Finlandia, 😉
Hola Mujerárbol, gracias por tu comentario!
Desde luego que apetece, se está de lo más tranquilo y te quitas el estrés de encima. Y sobre lo de Mallorca de la otra entrada, sabes que tengo razón 😉
Saludos!