Michan en Finlandia

Los rincones idílicos de Finlandia, según blogueros referentes

Ese pequeño detalle que mejoró repentinamente tu viaje. Aquel sitio, aquella actividad que te enamoraron del país y que te dieron ganas de repetir. Para saber cuáles son los mejores rincones de Finlandia, hemos preguntado a conocidos blogueros de viajes que han vibrado con la nieve, la naturaleza y todo lo que aporta este trocito de tierra nórdica.

Primero de todo, tengo que dar las gracias a estos cuatro blogueros que veremos a continuación por contestar a nuestras preguntas. ¡Vaya invitados de lujo que tenemos para celebrar el quinto aniversario de Michan en Finlandia! Dicho esto, descubramos los paraísos helados que han seleccionado.

Ivalo
El centro de Ivalo, con la Navidad aún presente. – Wikipedia (Birit Schenk; CC)

Empezamos con Pau García, del blog El Pachinko. Todo un veterano de los viajes. ¿Su elección? Joulukka, en Rovaniemi. Fue allí con sus niños para conocer a nada más ni a nada menos que a Papá Noel. «Sus caritas de emoción no se nos olvidarán jamás». Pero no era lo único que se llevó de la experiencia. Acabó enamorado de la nieve. «Atravesar esos bosques en moto de nieve, trineo tirado por perros o parar para tratar de cazar una aurora boreal son experiencias que recomendaríamos a cualquiera», comenta.

A pesar de lo apasionante de esos días en Laponia, se quedó con ganas de más. «Sólo conocimos la punta del iceberg», narra Pau. Quiere más. Conocer la Finlandia «auténtica». Más lagos, más bosques, más auroras boreales. Ojo, que amenaza con volver.

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Después del consejo de Pau García, le toca el turno a Andrea Bergareche, de Lápiz Nómada. Siguiendo el hilo de Laponia, ella nos recomienda Ivalo. Fue el pueblo que eligió para ver las auroras boreales. Fue todo un éxito, aunque llegar no fue fácil. «Llegamos a Ivalo haciendo dedo a temperaturas entre -27º y -32º desde Rovaniemi, todo un reto que mereció la pena», relata la bloguera.

Lago cercano a la zona de acampada de Röskö. – Wikipedia (SeppVei; dominio público)

Quiso emprender la aventura por la caza de las luces del norte en enero acompañada de una amiga mexicana. Nada más aterrizar en Rovaniemi ya notaron los azotes de crudo invierno. «Era como sentir cuchillos atravesando la garganta«, describe impresionada sobre ese viento helado. Además de todo esto, pudieron conocer la cultura, y particularmente el cine, lapón. Todo de la mano de su anfitrión de Couchsurfing. Ahora, su deseo es volver en primavera para saborear el contraste que ofrece el país.

De acampada en Röskö

Dejamos un momento a un lado Laponia para acampar más hacia el sur. Más concretamente en Röskö, una zona de camping en Kitee. Allí ha estado nuestra siguiente protagonista, Marina, de Dreaming Holidays. Lo que más valora es «la tranquilidad de estar rodeada solo de naturaleza. Es una sensación inexplicable. No había ni Wi-Fi, solo bosque, casetas con sauna y un lago».

Esos días que pasó en Röskö, por tanto, le sirvió para desconectar y hacer sus locuras. En pleno mes de julio, cuando aún «hacía fresquete», se atrevió a meterse en un lago. En general, califica toda esta experiencia como «muy extraña, pero a la vez positiva». Y sí, ya quiere volver. «Este año se me torció la cosa, pero del verano que viene… ¡No pasa!», explica con entusiasmo.

Aventura en trineo por Laponia. – Imagen cedida por Machbel

Los últimos siempre tienen la última palabra. Y esta vez le ha tocado a Víctor Gómez, de Machbel. Él no ha elegido exactamente un rincón, sino una actividad en Rovaniemi. El mushing. En otras palabras, ir en trineo con huskies tirando de este. «Una experiencia única que nunca me imaginé que pudiera ser tan divertida, didáctica, y espectacular», resume. Porque no es solo que los perros te vayan llevando por la nieve, sino que además lo complementaba con una noche en una cabaña perdida y la tradicional sauna. Y todo en una época en la que la luz escasea.

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Durante el viaje, tuvo una sensación de «gran libertad, de entendimiento entre el ser humano y los animales, de grandiosidad por los paisajes vistos». Aunque pasó miedo cuando «la conductora de mi trineo se calló y me deslicé durante varias decenas de metros sin ningún control». Y todo eso a una velocidad considerable. Por suerte, salió ileso y lo puede contar. A pesar del incidente, Gómez siente que ha vivido una de las «grandes experiencias de mi vida».

Ahora solo puedo dar las gracias a estos cuatro blogueros por responderme, lo cual no es poco. Esta ya es vuestra segunda casa. A ti, lector de Michan en Finlandia, ¿cuál de estas experiencias te ha parecido más interesante? Está difícil, desde luego 😉 .

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