Sabemos que el finlandés es difícil. Que no tiene nada que ver con el español. Que tiene palabras que para leerlas hay que estudiar una ingeniería. Y si estás viviendo allí pero no sabes nada más que saludar al vecino con un «moi», es imposible integrarse.
Por suerte, hay vías para acelerar la integración. Cuando ya has aprendido un poco el idioma y empiezas a formar frases sencillas, tienes una forma de enterarte de lo que ocurre a tu alrededor: el selkokieli.
El selkokieli no es más que finlandés sencillo. Como el simple english. Es hablar como si estuvieras en el aula. Pero trasladado al día a día. Palabras cortas y fáciles de entender, oraciones simples… Lo utilizan medios de comunicación, partidos políticos e incluso festivales de música.
Pero, al contrario de lo que puedas pensar hasta ahora, el finlandés fácil no está dirigido únicamente a personas que aún no hayan aprendido en profundidad el idioma.
Te lo ilustramos con un ejemplo. En la radiotelevisión pública YLE emiten cada día un bloque de cinco minutos en selkokieli. Hablan lento, con palabras sencillas y hasta con subtítulos. Esto permite que, no solo estudiantes, sino que la gente que tiene dificultades en seguir las noticias pueda enterarse de lo que pasa. Me refiero, por ejemplo, a ancianos que no puedan seguir el ritmo habitual de los informativos o discapacitados. En radio y en su página web también tienen espacios dedicados al finlandés sencillo. Puedes consultarlo todo aquí.
Con todo el cariño del mundo, lo llamo finlandés para tontos. Cuando escucho las noticias de YLE en selkokieli, hablan de manera tan lenta que parece que se dirigen a gente con deficiencias mentales severas, por decirlo de una forma fina. Y, de hecho, es parte de su objetivo. Por eso se hace tan necesario.
Selkokieli en política, festivales…
Para que entendamos su necesidad, el blog Nykykielten laitos de la Universidad de Helsinki explica que unos 650.000 habitantes tienen dificultades en entender el idioma. Es decir, más del 10% de la población de Finlandia. Por eso se desarrolló allá por 1980. Inicialmente, se pensó para gente con discapacidades intelectuales. Ahora, también es útil para los (pocos) refugiados que llegan.
Pero veamos más ejemplos de cómo se aplica el selkokieli. En política. El partido de derechas Kokoomus es el único en el que he visto que tengan una sección de finlandés fácil. Eso sí, está dentro del menú desplegable, medio escondida, y tampoco cuenta gran cosa. Pero al menos está.
Luego, he encontrado que la web del festival de música Ruisrock también tiene una página en selkokieli. A pesar de que la información no abunda, sí que dan los cuatro datos esenciales: dónde comprar entradas, cómo llegar…
En fin, si no sabes finlandés, ya sabes por dónde empezar a leer. Y a escuchar, que también es importante. ¿Has tenido muchos problemas para entender a los nativos?