A menudo hemos halagado varias cuestiones en la educación finlandesa. Creo que, a pesar de que en los últimos años el nivel ha experimentado una caída, es imposible pensar que va mal. Muchas veces nos hemos centrado en sus métodos, pero poco en algunos de sus resultados como es el abandono escolar.
Desde luego, este es un tema que en España preocupa muchísimo. Cifras que rozan el 20%, mientras que en Finlandia andan por menos de la mitad y en descenso. Te contamos con más detalles este tema.
Por sorprendente que parezca, Finlandia no es ni siquiera uno de los países donde el abandono escolar sea más bajo. Curiosamente, lo es Croacia, con algo más de un 1%. Finlandia, aunque está por debajo de la media de la UE (10,7%), registra un 7,9% en 2016, según los datos de Eurostat. ¿Es realmente una cifra preocupante?
Si hacemos la comparación con España, desde luego que no. Siguiendo lo que nos indica el Eurostat, la tasa de abandono escolar es de un 19%. Traducido a la liga de fútbol, está en la Champions League del fracaso en las aulas. Aunque tal vez sea más adecuado decir que está en posiciones de descenso. Cuarta posición, solo superada por Malta, Islandia y la ‘todopoderosa’ Turquía.
Eso sí, hay que decir que tanto España como Finlandia han ido descendiendo a lo largo de los años. El país ibérico ha ido bajando de forma más o menos estable desde 2004, mientras que el nórdico se ha mantenido más o menos igual siempre, sin variaciones tan notables. Aun así, cabe apuntar que el porcentaje de 2016 es el menor desde que la Oficina Europea de Estadística tiene registros.
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Vistas estas cifras, vayamos al centro de estadísticas de Finlandia, que nos da información mucho más amplia del tema. Los datos del curso 2014/2015 reflejan que solo un 3,1% de alumnos se despidieron de la educación secundaria general superior, según Statistics Finland. Ahora, esta cifra también tiene algo de trampa. Porque algo más de la mitad de esos estudiantes se fueron a otra modalidad educativa. Vamos, que al final nos quedamos con un 1,4% que descontinúan definitivamente su paso por la formación.
Bajísimo abandono en la educación obligatoria en Finlandia
Después, si nos fijamos en el abandono escolar en la educación obligatoria, los casos son fáciles de contar. Esto incluye a los alumnos que cursan desde primero hasta noveno grado, de seis a 15 años. Cada año hay solo unas decenas de niños que se marchan. En el curso 2015/2016 fueron 94. Después curiosamente hace la distinción entre estos y quienes han abandonado el colegio sin un certificado, y ahí la cifra se disparaba a 315.
Sin embargo, luego en otras partes de la enseñanza nos topamos con unas cifras más altas. Tanto en educación vocacional, lo que viene ser la Formación Profesional, como en Magisterio hay un porcentaje de alumnos que descontinuaron su educación del 7,6%. En el resto de carreras universitarias el dato se queda en un 6,2%.
Si luego tenemos en cuenta el abandono global, sin contar los cursos obligatorios, el porcentaje total es del 5,1%.
El curioso caso de Magisterio
Es curioso que además se recojan las cifras de la gente que deja específicamente la carrera de Magisterio. Y realmente es alta haciendo la comparación. Posiblemente se deba a las duras exigencias de la educación en Finlandia. Hay que elegir a los mejores profesores, y la lectura que le saco es que mucha gente no puede aguantar el ritmo que le imponen en este grado universitario.
Ahora, de todos estos jóvenes que han dejado su formación, no todos lo han dejado completamente. Hay gente que decide cambiar de rama y continúa en otra carrera u otras partes de la educación vocacional.
Realmente, las metodologías de ambas fuentes son muy distintas. El Eurostat se basa en una encuesta a jóvenes de 18 a 24 años con como máximo educación secundaria básica que en las últimas cuatro semanas desde que les preguntaron no siguieron educándose. Mientras, Statistics Finland utiliza información que recibe de los centros educativos y considera que alguien la ha descontinuado si en un año se ha ido o no ha obtenido ningún certificado que confirme su finalización. Un rollo muy bonito, pero esencial para conocer mejor las cifras de las que hablamos.
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En fin, creo que así ya nos hacemos una buena idea de lo poco que los jóvenes dejan sus estudios. Aunque, evidentemente, siempre hay que procurar mejorar. ¿Qué te han parecido estas cifras?