Michan en Finlandia

Alma Söderhjelm: cuando ser mujer te impide progresar en tu carrera docente

La historia de Alma Söderhjelm trata sobre las injusticias que tuvo que sufrir a pesar de estar sobradamente cualificada para su carrera docente por el simple hecho de ser mujer. Ocurrió hace más de 100 años. Entonces Finlandia era un país bastante machista (y, por desgracia, aún lo es).

La finlandesa Söderhjelm logró finalmente ser profesora universitaria -la primera de los países nórdicos- e incluso catedrática -la primera en Finlandia-, aunque antes de conseguir estos puestos privilegiados tuvo que recibir negativas por no tener pene. Su vida no es muy conocida, y menos fuera del país, pero para eso estamos aquí, para sacarla a la luz.

Alma Söderhjelm
Alma Söderhjelm, primera catedrática de Finlandia. – Wikipedia (dominio público)
La vida de Alma Söderhjelm se remonta hasta el 10 de mayo de 1870. Nació en la ciudad de Viipuri en el seno de una familia de funcionarios, explica su biografía en la Universidad de Helsinki. Entonces conocida como la Universidad Imperial Alexander, la joven se graduó en Historia General. Tras esto, fue profesora -no universitaria, entiendo- en un breve periodo de tiempo antes de marcharse tres años a París, donde estuvo tres años recopilando información para su doctorado sobre la prensa en la Revolución francesa. Lo finalizó en 1900, por lo que se convirtió en la tercera finlandesa en conseguir tal título.

Con el prestigio que había obtenido en los ámbitos académicos en varios países europeos, la Universidad la propuso por unanimidad como profesora, pero ni con esas consiguió el trabajo. Aquí hay dos teorías: una, que la actividad política de su padre y su hermano la frenó, y dos, que al zar Nicolás II no le hacía gracia que una mujer fuera profesora, ya que temía que las féminas de Rusia acabaran demandando más derechos.

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Tras este varapalo profesional, continuó trabajando sobre la Revolución francesa y publicó varios ensayos que relataban su historia cultural, según Biografiakeskus. Pero poco después, en 1906, ya con una situación política cambiada en Finlandia, volvió a la carga a por un puesto como docente. Esta vez el zar dio el visto bueno, lo que convirtió a Alma Söderhjelm en la primera profesora universitaria en los países nórdicos.

Alma Söderhjelm, al asalto de la cátedra

La Univesidad Åbo Akademi, donde Söderhjelm fue catedrática. – Wikipedia (Jpoeta2; CC)
Siete años más tarde, quiso dar el salto a por una cátedra vacante. Otra vez le dijeron que no por… adivina: ser mujer. La versión oficial era que debía encargarse de asuntos judiciales y una chica no podía llevar a cabo tales tareas. El machismo volvía a florecer. Poco después la Universidad cambió de actitud y permitió que ellas también se pudieran postular, pero ya era tarde para Söderhjelm.

Incluso con estas, Söderhjelm no se desanimó y continuó sus investigaciones. Fue a parar a Suecia, donde recopiló más información sobre la Revolución francesa. Su popularidad fue tal que se convirtió en una de las finlandesas más conocidas en el país vecino.

1927 fue un año de grandes contrastes para esta profesora. Primero de todo renunció a su puesto en la Universidad de Helsinki para irse a Estocolmo y escribir como freelance. Apenas se había instalado cuando le llegaron noticias desde Turku. La Universidad Åbo Akademi estaba preparando la cátedra de Historia General y, esta vez sí, Alma Söderhjelm ocupó su cargo principal. Estuvo 10 años en la antigua capital de Finlandia hasta su jubilación, momento en el cual regresó a Suecia.

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Finalmente, el 17 de marzo de 1949 pereció en Saltsjöbaden (Suecia). Para entonces ya había dejado una cantidad tremenda de distintos trabajos académicos: 25 obras en 34 volúmenes. Eso sin contar sus cinco novelas, una colección de poemas o un guion de cine. Llegados a este punto, ¿qué opinas de su carrera de superación? Déjanos en los comentarios tus impresiones.

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