Los periódicos languidecen. Es un hecho que desde la década del 2000 sus ventas han caído en todo el mundo, con las consecuencias que tiene que padecer un periodista recién graduado como el que está aquí tecleando (picando, como dirían los de la vieja escuela). Pero ahora la cuestión es ver el estado de los periódicos finlandeses. ¿Habrá aguantado mejor?
Creo que para comprobar cómo sobrevive la prensa de Finlandia lo mejor será comprobar sus datos de difusión. Sin adelantar mucho, te diré que las cifras comparativas entre años duelen mucho. Si eres del gremio, mejor que no leas esto.
Un medio referente como es el diario Helsingin Sanomat (HS) gozaba de una circulación de 446.972 ejemplares cada día en el año 2000. Son unas cifras espectaculares teniendo en cuenta que en Finlandia hay algo más de cinco millones de habitantes, por lo que teóricamente cerca de un 10% de la población tenía el periódico en casa. Se supone que era una publicación de Helsinki (cuya área de influencia se extiende hacia más de un millón de personas), pero ya te digo que no es raro que gente que vive a cientos de kilómetros lo adquiera. Esto certifica su importancia a nivel nacional, pues además tienen distribuidas varias sedes regionales por toda Finlandia.
Esta difusión la lograron en años gloriosos para este reconocido diario serio, pero ni su fama evitó el desastre. Las ventas de este grande del periodismo se desplomaron hasta los 252.058 ejemplares diarios en 2016. Es decir, que desde principios de siglo han perdido un 43,6% de su circulación. Acojonante.
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La situación en otros periódicos finlandeses es similar. Por cuestiones que desconozco, en el Centro de Estadística de Finlandia no dan las cifras de venta de dos grandes tabloides a nivel nacional como son Ilta-Sanomat e Iltalehti, pero sí de otros diarios regionales que también son bastante potentes. Veámoslo como a mí me gusta: con un gráfico interactivo.
La difusión de los periódicos finlandeses
Seguro que más de uno se estará tirando de los pelos con estos números. Qué sincronizado que está el acortamiento de las barras. Ahora vamos a lo esencial, el dinero. ¿Qué pasa cuando las ventas caen? Pues que los ingresos por publicidad también descienden. He encontrado los datos de 2007 en la Asociación de Periódicos de Finlandia, cuando aún los editores se bañaban en piscinas de billetes de 500 euros. El sector ganaba 622 millones de euros en un año, lo que representaba casi la mitad de los ingresos de todos los medios.
¿Qué pasó una década más tarde? Miremos lo que dice Kantar TNS, empresa que se dedica al análisis de los mercados. Con el 28% del pastel publicitario, los periódicos finlandeses ganan anualmente 361,9 millones. Es terrorífico lo que se han dejado por el camino.
Menos ventas, mayor precariedad
En este sentido, un contacto que tiene cierta vinculación con periodistas de medios finlandeses me transmitió la mala situación que también vive el periodismo en Finlandia. Ya no solo por el despido de trabajadores, sino porque se ha utilizado las figuras del colaborador y el becario como sustitutos. ¿Te suena de algo?
La ventaja que tiene Finlandia, al menos a nivel publicitario, es que una parte significativa de sus lectores son suscriptores (comentario metido con calzador: tal vez tú también quieras suscribirte al blog desde el pequeño formulario del lateral 😉 ). El 66% de finlandeses ha adquirido una para un diario en papel o un digital o una combinación de ambos medios. Con esto al menos se aseguran que una parte de su tirada la colocarán en el mercado sí o sí.
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Ahora cuéntanos: ¿está mucho mejor el periodismo en tu país? ¿O tal vez se encuentre en una situación aún más penosa? Como siempre, te animamos a que dejes tus impresiones en los comentarios.
Creo que la prensa vive una situación delicada incluso en mi país (creo que la situación de malestar es general en Europa). Personalmente estoy suscrito a unos cuantos periódicos, dos de mi país y los demás extranjeros. (Incluidos el New York Times y el Ara). No siempre tengo tiempo de leérmelos, no seguramente en su integridad, pero sirven el doble propósito de practicar idiomas y tener un cuadro más amplio de las noticias más relevantes.