¿Quién en su sano juicio puede creer que un viejo obeso puede repartir regalos en solo una noche a millones de niños de todo el planeta? Este planteamiento desafía a la física, y más si piensas que lleva todos los regalos en solo un trineo que vuela gracias a unos renos mágicos.
Nadie con dos dedos de frente podría tragarse esta historia… hasta que visita el Pueblo de Papá Noel en Rovaniemi, también conocido como Pajakylä. Está ubicado en un lugar mágico, justo donde cruza la línea imaginaria del círculo polar ártico o Napapiiri en finlandés. Descubramos este interesante enclave turístico y regresemos a nuestras infancias.
La visita que hicimos a Santa Claus Village transcurrió durante una tarde lluviosa de septiembre. Posiblemente fuera el peor día posible para conocer al mismísimo Papá Noel (Joulupukki), pero ni siquiera eso impidió que disfrutáramos volviendo a nuestra infancia.
Lo que nos encontramos no tiene nada que ver con las clásicas postales navideñas que tienen como imagen este pueblo. Aún no había nieve -obviamente-, las luces todavía no estaban encendidas… Una primera impresión desoladora, pero al fin y al cabo eso no era lo importante.
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Fue entrar a la llamada como casa de la Navidad y ahora sí, esto ya era otra cosa. La luz de la segunda residencia de Papá Noel nos hacía olvidar la oscuridad exterior. Un primer Santa compuesto por ledes nos saludaba en el recibidor junto a unos simpáticos troles y todo un conjunto de motivos navideños.
Lo que nos esperaba a unos pasos era una generosa tienda con un montón de artículos de nuestra época favorita. Pero no había tiempo para mirar nada: Joulupukki se marchaba en 10 minutos y había que conocerle ya mismo.
Conociendo al auténtico Papá Noel en Santa Claus Village
Un pasillo oscuro sin mayores aderezos es lo que nos separa de nuestro principal objetivo. Al final está él. Como en el salón de su casa. Vestido como estuviera en su hogar de Korvatunturi. Con algunos regalos ya empaquetados. Con algo de leña preparada para afrontar las ya frescas noches de septiembre, por debajo de los 10 grados. Y qué decir de sus zapatos: ausentes. Parece que prefiere unos cómodos y calientes calcetines de lana. Su imagen era impecable, sin imperfecciones de los típicos hombres disfrazados de algunos centros comerciales.
Allí empezó la conversación. Lo que más nos alucinó de cuando conocimos a Papá Noel es cómo describía con una precisión milimétrica su recorrido por algunas zonas de Finlandia. Nuestros compañeros de viaje eran de Villähde, un pueblo de cuatro casas cerca de Nastola. Pues bien, cuando Joulupukki lo supo, empezó a contar la trayectoria que hace cada 24 de diciembre por la zona. Las calles que sobrevuela, las poblaciones por donde pasa… Alucinante la exactitud con la que lo narraba. «No puede saberlo con tal minuciosidad», decían estupefactos nuestros amigos.
Por desgracia, no se puede estar más de 10 minutos con Papá Noel. Es un hombre muy solicitado y atareado. Aun así, le dio tiempo a concederme unas palabras en vídeo y… ¡darme el primer regalo de Navidad! Es la primera vez que Joulupukki me lo adelanta, tres meses concretamente. Me obsequió con un USB con las fotos de la visita e imágenes del Pueblo de Papá Noel. Kiitos!
Como ya sabrás, el Pueblo de Papá Noel de Rovaniemi no es la primera residencia de Joulupukki. Él realmente vive en un lugar desconocido en Korvatunturi, que solo conocen él, Mamá Noel, sus elfos y poca gente más. Es información privilegiada. Sin embargo, quería que sus amigos también pudieran visitarle, pero como no podía revelar su auténtico hogar se instaló en este punto.
Qué más hacer en el Pueblo de Papá Noel
Por supuesto, Santa Claus Village es más que ver a su más ilustre habitante, aunque esta sea sin duda la mayor atracción. Su tienda de regalos tiene artículos a raudales. Allí compré mi imán de Rovaniemi. Luego, también es típico cruzar la línea del círculo polar ártico (ahora ya desplazada algunos metros del lugar originalmente marcado) o ver algunos renos que tiene Papá Noel para sus viajes. Por supuesto, podrás contratar excursiones para probarlos tú mismo e incluso dormir en alguna de sus cabañas (aunque no quiero ni pensar en su precio). No olvidemos la oficina de correos de Joulupukki, que a nosotros nos pilló cerrada por reformas.
¿Cómo puedes llegar al pueblo de Papá Noel? Si vas en coche, es tan fácil como coger la carretera europea E75 en dirección a Kemijärvi. Está a unos ocho kilómetros de Rovaniemi y podrás guiarte sin problemas con la señalización existente. Si prefieres coger el bus, la línea ocho te llevará hasta Pajakylä. Puedes consultar los horarios en la web de transporte local.
Si quieres acudir, deberás tener en cuenta que no hay un horario fijo. Todo depende de la temporada. Sigue este enlace de la oficina de Santa Claus si deseas ver a qué hora puedes ver a Papá Noel. Eso sí, otros servicios de la aldea pueden estar abiertos independientemente de si Joulupukki atiende o no a los visitantes.
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En general, nosotros podemos decir que recibimos una atención de lujo. Papá Noel se portó de maravilla con nosotros y nos sorprendió con ese regalazo valorado en 40 euros. ¡Con qué sonrisas salimos del lugar! ¿Cómo es posible creer que un anciano obeso surca los cielos de todo el mundo repartiendo regalos a millones de niños? Si le conoces, tú también creerás.