Lo llamamos biblioteca porque es su principal función, pero si le cambiamos la denominación a centro de ocio tampoco pasaría nada. Oodi es el nuevo fenómeno que ha enamorado a los ciudadanos de Helsinki y que ha formado colas para entrar.
¿Qué tiene de especial Oodi? ¿Por qué no es una biblioteca a la antigua usanza? Nosotros la hemos visitado para comprobar por qué gusta tanto entre la población y ahora ya lo entendemos todo. Te lo explicamos.
Inaugurada el 5 de diciembre de 2018, esta biblioteca fue el regalo que hizo el Estado finlandés a todos sus habitantes por la celebración del centenario. La fecha de apertura oficial no es casual: faltaba exactamente un día para que Finlandia conmemorara los 101 años desde su independencia de Rusia.
¿Cómo te imaginas que es una biblioteca convencional? Pues debe tener estanterías altas e inalcanzables sin la ayuda de escaleras. El silencio debe imperar. No se puede comer ni beber en ella. Tampoco está permitido jugar. Así es una normal; Oodi, no.
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La flamante nueva biblioteca de Helsinki está situada a tiro de piedra de la estación central de la capital finlandesa. Su estilo de construcción casa con el diseño habitual de las viviendas finlandesas: predomina la madera y conjuga las líneas rectas con las redondeadas.
Entre las cosas que más me llamaron la atención nada más entrar figura la escalera mecánica. Es decir, ¿desde cuando las instalan en bibliotecas? Pero eso no es todo. De no ser porque hay una pequeña estantería al lado de la puerta, nada nos indicaría dónde estamos. En la planta baja también podrás almorzar en su cafetería-restaurante o visualizar algún corto sobre Finlandia, la Unión Europea…
¿Qué tiene de especial Oodi?
En la primera impresión entraron dudas sobre si estaba en el lugar correcto, pero ya cuando se sube a la segunda planta -la que en Finlandia es la tercera- se disipan… o no del todo. Sí, el espacio central está repleto de libros, pero eso no tiene el aspecto de una biblioteca de toda la vida.
Si en una biblioteca convencional las estanterías pueden medir más de dos metros fácilmente, las de Oodi no llegan ni a la altura de los ojos. Tampoco resulta habitual que en estos lugares haya que barrer hojas de árboles en el suelo.
Este lugar tampoco parece entender lo que es el silencio. Sin llegarse a escuchar ningún grito, la gente habla con total normalidad. No es de extrañar, pues incluso los críos tienen su espacio donde juguetear. A un niño pequeño no le pidas que no haga ruido, porque posiblemente no lo entenderá o acabará por olvidarlo. Y qué decir de los turistas, que se lo toman como una atracción más. Ellos, por cierto, no sé que le encuentran de interesante, pero incluso hacen cola para hacerse una foto en una esquina desde donde se ve el Parlamento de Finlandia y todo lo que hay prácticamente debajo de sus pies.
La biblioteca de Helsinki que parece un museo
Otra cuestión por la que destaca la biblioteca Oodi de Helsinki es que «parece un museo«. Lo he oído en alguna ocasión y, desde luego, no puede ser una expresión más acertada. Ya el diseño en sí es fantástico, pero es que además han incluido obras del Museo de Arte de Helsinki. No olvidemos la mareante escalera para ascender hasta el segundo piso, con un montón de palabras estampadas elegidas por los mismos ciudadanos.
Cuando iba a dejar atrás el recinto, aproveché para ir al baño. «Aquí supongo que será todo normal», pensé con inocencia. Ay, qué errado estaba. Era unisex. Puertas y más puertas para ir al retrete y en medio, varios lavabos de colores azul, rosa y amarillo.
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Para comprobar el éxito de la nueva biblioteca de la capital, echemos un vistazo a los datos. Tal y como recoge la radiotelevisión YLE, en el primer mes abierto se han prestado 5.000 libros diarios hasta el punto de que lleguen a escasear. Además, durante los dos días de la inauguración se acercaron 55.000 personas para contemplar su regalo, indican en la web de la librería central.
Ahora que ya ha pasado su boom inicial, tal vez sea buen momento para echarle un vistazo. ¿Sabías que incluso hay una pequeña sección de literatura en español? Creo que ya no hay excusa. Por otra parte, si estás aprendiendo finlandés y quieres animarte con alguna obra, adelante. Hay libros en selkokieli, finlandés elemental que entenderás sin dificultad.
¿Cómo ha sido tu visita a Oodi? Como siempre, estaremos esperando tus comentarios aquí abajo.