En cada viaje uno de los referentes para planificar las rutas son los templos religiosos de nuestro destino. Por mucho que seas ateo o tengas otras creencias, siempre son un punto de gran interés turístico. Pues bien, es hora de conocer las iglesias de Tampere.
Siendo Tampere una ciudad fácil de recorrer en un día, pensarás que en el centro no puede haber demasiadas iglesias aparte de la catedral. Ay, amigo, cómo te equivocas. Vamos a contarte las que nos encontramos en nuestra visita a la ciudad para que tú también puedas empezar a trazar tu propia ruta.
Nuestra visita a Tampere empezó yendo en dirección al centro neurálgico de la ciudad, por lo que fue inevitable toparse con Tampereen vanha kirkko (para futuras referencias, kirkko significa iglesia; vanha se traduce como antiguo). Se ubica en el punto donde se cruzan todos los caminos: donde sale el bus, donde pasa la importante e histórica calle Hämeenkatu, a tiro de piedra de los rápidos Tammerkoski. En definitiva, un punto de referencia.
Tampereen vanha kirkko fue la primera iglesia construida en la ciudad. Las obras se iniciaron en 1824 de la mano del arquitecto italiano Carlo Bassi y en abril del año siguiente ya pudieron inaugurarla, según la web de las iglesias de Tampere. El campanario se levantó aún cinco años más tarde, esta vez gracias a Carl Ludvig Engel, el mismo que diseñó la Catedral luterana de Helsinki, entre otros tantos edificios. En su momento originó polémica, pues el momento en el que empezaron a edificarla el pueblo estaba sufriendo una severa pobreza.
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La antigua iglesia sufrió modificaciones desde muy pronto. Pasó incluso por tener un estilo neorenacentista, pero finalmente recuperó el estilo clásico de la construcción original. Por tanto, no es exactamente el mismo edificio que había hace 200 años, pero sí parecido. Hoy en día, además, funciona como una iglesia sueca y para inmigrantes.
La iglesia de Tampere en honor al zar Alejandro II
En nuestro camino a la torre de Pyynikki, es inevitable pisar el parque de la iglesia de Pyynikki. No hay que ser muy astuto para darse cuenta de que allí hay otra obra de origen religioso. En este caso es Aleksanterin kirkko, dedicada al zar Alejandro II de Rusia en 1880.
Este es un buen ejemplo de la influencia que el Imperio ruso tuvo en Finlandia cuando la conquistó. Y eso que cuando ya éramos un país independiente fue pasto de las llamas. Igualmente, en restauraciones y renovaciones posteriores optaron por dejarla lo más parecida posible a cómo era en su inauguración. Como curiosidad, Aleksanterin kirkko se consagró como adventista en 1881 y fue durante varios años la iglesia principal de la urbe.
La Catedral de Tampere
Cuando ya volvemos atrás y nos dirigimos al barrio de Kyttälä, encontramos la Catedral de Tampere. Aunque se construyó entre 1902 y 1907, no recibió el título de catedral hasta 1923. Hasta entonces, se la conocía como Johanneksen kirkko.
La obra del arquitecto Lars Eliel Sonck puede presumir de ser el ejemplo arquitectónico más importante del nacionalismo romántico de Finlandia. Sus paredes de ladrillos grisáceos combinan con el rojo del tejado para crear una unión que rompe el ambiente triste que podría quedar si toda la catedral fuera del color de la fachada. El resultado, desde luego, funciona y además es un punto de referencia para los ciudadanos para pasearse. El parque que lo rodea resulta ser un lugar de lo más agradable para pasar el día.
Para acabar, hay que destacar por su significado histórico la iglesia de Finlayson -o Finlaysonin kirkko. Fue levantada hacia 1850 gracias al diseño del arquitecto municipal Frans Ludvig Calonius. Fue el lugar donde los trabajadores de la antigua fábrica textil de Finlayson acudían a misa. Ahora ya la producción se localiza lejos de este punto, por lo que se convirtió en 1996 en la Catedral de los niños.
Tengo que decir que cuando visité Tampere no me encontré ni un solo templo religioso abierto. Ni uno. Justo el camino lo hacía con un amigo que vive en la ciudad y confirmamos que allí les gustan las iglesias igual que los bancos a los españoles, es decir, cerradas. Se supone que cada una tiene su horario establecido, pero bueno.
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Como un último apunte, cerca de la estación de tren se ubica la iglesia ortodoxa de Tampere. Yo no la pude ver por falta de tiempo, pero puede que a ti te interese pasarte para descubrir la herencia rusa en Finlandia.
Ahora que ya conoces todas estas referencias turísticas de Tampere, ¿con cuál te quedas? 😉