Si has estado alguna vez en Lahti, seguro que te habrás fijado en las dos torres que se erigen sobre la ciudad. La magnitud de esta obra y su antigüedad, ya de camino a los 100 años, las convierten en un símbolo de la urbe con permiso de los trampolines de salto de esquí.
¿Por qué te cuento todo esto? Porque justo a los pies de una de las torres -de radiotransmisión- se encuentra el museo de la radio y la televisión Mastola. Sin duda, es una visita imprescindible para conocer mejor cómo han funcionado las telecomunicaciones.
Lahti fue referente europeo gracias a estas torres de telecomunicación, que eran de las más potentes del continente, según la web de la red de museos de la ciudad. Fueron construidas entre 1927 y 1928 bajo la supervisión de Erkki A. Liuksiala. Desde entonces y hasta 1993 sirvieron para transmitir las señales de radio que llegaban desde Helsinki. Eso sí, hoy en día aún le han encontrado utilidad a una estructura que en su momento fue la más alta del país.
Pues bien, justo a los pies de estos gigantes de 150 metros de altura se encuentra el museo Mastola. En este edificio se han conservado muchos de los aparatos que servían para transmitir las señales de radio. Toda una pared llena de botones indescifrables, un panel de control en semicírculo repleto de cables, indicadores y palancas…
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Si quieres aprender la historia de las telecomunicaciones en general, este es tu sitio. Hablo de telecomunicaciones porque no solo hablan de radio y televisión, sino que también incluyen los teléfonos como parte de su exposición. Partiremos desde los tiempos de Marconi hasta los últimos tiempos.
Lo que te enseñará el museo Mastola
Entre otras cosas, aquí aprenderás cómo influyeron los conflictos de la Segunda Guerra Mundial en la radio o cómo empezaron las retransmisiones de televisión. ¿Sabías que la primera emisión se produjo en 1950? La organizaron desde los grandes almacenes Stockmann, que pusieron un televisor en el aparador y la gente se paraba a contemplar la «radio con imagen», como la conocían en la época. No tenían mucho tiempo por delante: los Juegos Olímpicos de 1952 en Helsinki se acercaban y debían estar preparados para la ocasión.
¿Qué más verás en el museo de la radio y la televisión de Lahti? Pues evidentemente no podían faltar algunas unidades tanto de radio como televisión. Podrás observar cómo han ido evolucionando estos aparatos al largo de los años. Y si te interesa descubrir lo que hay detrás de las cámaras, también lo aprenderás.
Horarios:
Martes-Viernes: 9 a 17 horas
Sábado-Domingo: 11 a 16 horas
Lunes cerrado
Lo cierto es que para disfrutar al máximo de Mastola conviene tener un cierto bagaje de la cultura y, a ser posible, del idioma finlandés. Me explico. Es cierto que hay carteles en inglés y vídeos subtitulados en esa lengua, pero también hay partes del museo que no se disfrutan igual. Por ejemplo, hay una zona que consiste en unos archivos de la radio y la televisión nacional en la que te podrías pasar horas si tuvieras unos conocimientos mínimos. A pesar de todo, también puedes solicitar ayuda al personal del museo, que es muy majo y te dará las indicaciones que necesites.
Debo decir que el museo Mastola es muy interactivo, con lo que aburrirse es complicado. De alguna forma te obliga a jugar con los elementos que exponen, ya sea con el archivo de sonido y vídeo o con el croma. Me estoy refiriendo a la tecnología que permite en la televisión emitir tu imagen con un fondo cualquiera. Por ejemplo, puedes grabarte dando el parte del tiempo. ¿Acaso nunca has soñado con ser presentador? Luego podrás llevarte el vídeo y enseñárselo a tus amigos.
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Tengo que confesar que mis expectativas tampoco no eran muy altas, pero al entrar y descubrir todo lo que había me llevé una grata sorpresa. Así que si vas a Lahti, no dudes en visitar su museo de la radio y la televisión. Si ya has estado, cuéntanos cómo ha sido tu experiencia allí.