La influencia ejercida por varios personajes públicos en el siglo XIX fue de vital importancia para conseguir que Finlandia fuera un país independiente. Ellos fueron los que ayudaron a crear una conciencia de país y de la importancia de nuestro idioma. El caso que aquí veremos es el del escritor Zacharias Topelius.
Podemos afirmar con rotundidad que Topelius fue una de las figuras más importantes que propició el ambiente que posteriormente desembocó en la independencia de Finlandia. Además, fue un autor prolífico en lengua sueca y especialmente remarcable por su novela histórica y las obras para niños. Conozcámosle mejor.
Zacharias Topelius, a menudo también referido como Zachris o Sakari (su traducción al finlandés), nació a las tres de la tarde del 14 de enero de 1818, según recuerda la radiotelevisión finlandesa YLE. Vio la luz en una granja de Kuddnäs, una localidad de habla sueca cercano a Nykarleby (Uusikaarlepyy). Que no te engañe el lugar: se crió en una familia con un notable poder adquisitivo y bien posicionados socialmente. Es el caldo de cultivo perfecto para alguien que después influiría sensiblemente en la sociedad.
A los 11 años, según su biografía en Kansallisbiografia, fue enviado a Oulu a estudiar. De esta forma, siguió la estela de otras figuras profinlandesas como son Johan Ludvig Runeberg o Johan Vilhelm Snellman. En dicha ciudad dio rienda suelta a su afición por la lectura.
Ya con 14 años, poco después de la muerte de su padre por neumonía, se fue a estudiar a Helsinki y se alojó, junto a otros jóvenes, con el mismísimo Runeberg en el barrio de Kruununhaka. Allí le esperaba la alta sociedad y un ambiente que propició el sentimiento nacionalista finlandés.
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Como miembro de la Asociación de Estudiantes de Ostrobotnia, coincidió con Snellman. Este personaje fue el que le impulsó a dar el salto como poeta en 1835. Sin embargo, el campo en el que más destacó fue el de la novela histórica, con obras destacadas como Fältskärns berättelser. Además, fue considerado el primer escritor que ideó cuentos para niños en habla sueca. A partir de 1950, su obra empezó a ser estudiada en los colegios.
Zacharias Topelius como periodista
Su trayectoria profesional también pasó por el periodismo. En 1841 fue nombrado editor del Helsingfors Tidningar. Su papel durante los casi 20 años en este puesto fue muy importante para levantar ese espíritu de identidad nacional. De hecho, animaba a las madres a que enseñaran finlandés a sus hijos. Curiosamente, también se mostró muchas veces unas ideas favorables al Imperio ruso. Desde este diario también se enzarzaba en polémicas con Snellman, quien estaba al mando de otra publicación, Saima.
La labor de Zacharias Topelius no acaba aquí. También quería entrar en el mundo universitario como docente. Primero quiso ser profesor de historia en 1945 en la escuela senior de gramática de Vaasa, pero no consiguió el puesto. En 1852 volvió a intentarlo y lo logró. Sin embargo, los planes que le aguardaba el futuro eran otros. El zar fue a Helsinki después de las batallas que hubo por la guerra de Crimea. A la vez, aprovechó la ocasión para nombrar a Topelius como profesor de Historia de Finlandia, lo cual se interpretó como un premio a sus manifestaciones políticas.
Antes de este nombramiento, Topelius se consolidó como el mejor dramaturgo del momento con obras como Regina von Emmeritz (1853) o Kung Carls Jagt (1852). Esta última se convirtió posteriormente en la primera ópera finlandesa, con la música a cargo de Fredrik Pacius, conocido por escribir la música del actual himno de Finlandia.
Aunque en 1860 dejó el cargo de editor del Helsingfors Tidningar, continuó ligado al periodismo escribiendo a menudo algunas historias. Además, entre 1885 y 1887 fundó un periódico sueco profinlandés.
La visión del escritor profinlandés
En general, su obra es toda en sueco, algo que se entiende desde la óptica de alguien que nació en el oeste de Finlandia, donde hoy en día aún es una lengua extendida. Incluso mostrando sus ideas nacionalistas finlandesas, no le daba tanta relevancia al tema lingüístico, más bien a la unión histórica del pueblo. Aun así, Topelius pensaba que el finlandés iba a convertirse en el vehículo de la vida cultural de la nación.
Ya como curiosidad, te diré que Zacharias Topelius era una persona profundamente animalista. En 1970 creó la asociación Majföreningar dirigida principalmente a los niños. De esta forma, aprendían a proteger y cuidar pequeños pájaros. Quería enseñar a los pequeños valores de solidaridad con la naturaleza.
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La muerte de Topelius llegó a la edad de 80 años. Su fallecimiento llegó el 14 de marzo de 1898 en Sipoo. Sin embargo, él ya había cumplido con su misión: dar a entender que Finlandia podía ser independiente. ¿Qué habría sido del país sin su figura y la del resto de escritores profinlandeses?