¿Ya estás pensando en cuál es la próxima serie que vas a ver? Si eres tan seriéfilo como yo, es normal que no pares de buscar, incluso más allá de los productos que salen de las grandes cadenas estadounidenses. ¿Por qué no abrir nuestro horizonte y descubrir nuevas producciones extranjeras? Aquí te traigo una que no te dejará indiferente: Ártico (Ivalo).
Las expectativas que posaban sobre Ártico eran elevadas, pues es la serie de televisión más cara realizada en Finlandia. ¿Habrá estado a la altura?
La historia de Ártico transcurre en un tranquilo (o al menos así aparenta ser) pueblo de Laponia llamado Ivalo. A pesar de ser una población pequeña, tiene el lujo de contar con una policía de gran nivel como es Nina Kautsalo (Iina Kuustonen). Esta joven mujer está divorciada y es madre de una niña con síndrome de Down.
La tranquilidad que la agente Kautsalo vive en Ivalo se ve interrumpida con el descubrimiento de una prostituta en estado crítico oculta en el sótano de una vivienda. Este suceso simplemente sería la punta del iceberg de un caso muchísimo más importante. Aquí tenemos involucrada a una organización de trata de humanos que no duda en mancharse las manos de sangre. Y esto no es lo peor: en medio de todo esto, se descubre un virus que podría extenderse a todo el mundo en solo seis meses.
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La trama se centra en la figura de esta policía, que por si no tuviera poco con todo lo que está ocurriendo en su pueblo, presenta una vida personal complicadísima. Si ya de por sí es difícil de manejar la situación de su hija, que insiste en ver a su padre, y el hecho de estar peleada con su ex, la situación familiar va a peor. Pero esa es la gracia de los nordic noir, que incide especialmente en sus protagonistas.
Ártico: una serie que se complica aún más
En cuanto a la acción de la serie, debo decir que Ártico va guardándose alguna sorpresa y las dosifica. En este sentido, juega un papel importante el doctor Thomas Lorenz (Maximilian Brückner). Él es virólogo del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades y vive y trabaja en Helsinki. Al aparecer esta enfermedad -por cierto, de transmisión sexual– viaja a Laponia para evitar que se extienda. La cuestión es que en Ivalo le espera algo más que realizar análisis de sangre… y hasta aquí puedo leer.
La sombra de la primera serie nordic noir puntera en Finlandia, Sorjonen, es tan larga que llega hasta Laponia. Es inevitable realizar comparaciones. Desde luego, en este sentido me temo que Ártico sale perdedora. El carisma de Kari Sorjonen es insuperable, los paisajes no los logra retratar con la misma crudeza, hay pequeños defectos en el montaje… Pero, en general, no nos podemos quejar de la gran historia que se han sacado de la manga.
Ártico (Ivalo) tiene un argumento que engancha a cada capítulo más. Además, utiliza muy bien los ganchos al final de cada episodio y te deja con ganas de más. Asimismo, no tienes excusa para verla. Se ha doblado al castellano, pues se emitió en una televisión de pago española.
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Si con esto no te he convencido para ver Ártico, yo me rindo. Pero estoy seguro de que más de uno se la apuntará en su lista de pendientes. Y tú, ¿ya has podido reproducir algunos capítulos? ¿Qué te está pareciendo?