Que sea de las principales atracciones de Kuopio no es casualidad. La torre de Puijo tiene todo lo que buscan los amantes de la región de los mil lagos. Unas vistas magníficas, un entorno natural ideal para estirar las piernas, cercanía con el centro de la ciudad… ¿Se puede pedir más?
Antes de ir a Kuopio, me preguntaba por qué recomendaban tanto la torre de Puijo y si realmente iba a gustarme la visita. Al fin y al cabo no es más que un edificio alto con vistas y ya. O eso pensaba. Aquí te contaré por qué vale la pena hacer un alto en este lugar.
En gran parte de las ciudades finlandesas, es sorprendente lo cerca que está todo. Menos de tres kilómetros separan la plaza del mercado, en pleno centro de Kuopio, de la imperante torre de Puijo (Puijon torni en finlandés), ubicada en la colina homónima.
Mucho antes de la existencia del paloselfi, de las redes sociales o de Internet en sí mismo, Puijo ya era una zona popular por sus magníficas vistas. Empezó a atraer visitantes allá por el siglo XIX, según la web de Visit Puijo. La primera torre fue construida en 1856 y contaba con una altura de 16 metros, que se queda en nada al lado de los 75 actuales, que data del 1963.
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La llegada, que la hicimos en coche, ya nos dimos cuenta de las dimensiones que tenía esta obra arquitectónica. Al principio, sin haber visto la torre, no teníamos ninguna referencia. Al no verse fácilmente desde según qué zonas de la ciudad (mejor dicho, directamente ni la vimos), uno no puede hacerse a la idea de lo alta que es. 75 metros no es poca cosa, y más si está en la parte alta de una colina.
Para subir y ver las maravillosas vistas, hay dos opciones. Si tienes unas piernas fuertes y entrenadas, puedes atreverte y ascender por las escaleras. Te advierto de que el camino se hace interminable. Por suerte, también existe la posibilidad de utilizar el ascensor. En un santiamén estarás en la cafetería de la última planta. Lo que verás te dejará alucinado.
Las vistas desde la torre de Puijo
Al poco de abrirse las puertas del ascensor, podrás contemplar absolutamente todo lo que rodea a la torre. Los lagos se suceden en nuestro campo de visión hasta el horizonte; las islas se multiplican sin aparente fin… No podemos dejar de observar los diferentes barrios que hay diseminados más allá del centro. Si tienes suerte, hasta verás a algún esquiador saltando por los trampolines, colocados justo debajo del mirador.
Después de maravillarnos con las vistas de los lagos, aprovecha este momento para sentarte y tomar algo. Tienes dos opciones: pedir una bebida (y un bollo, claro) en la cafetería o directamente comer en el restaurante que hay en la planta inferior.
Por cierto, me veo obligado a recomendar el chocolate caliente de la cafetería de la torre. Te lo preparan con mucho cariño y se nota que no es solo echar polvos de bote, leche y tirando (en serio, en algún sitio de Finlandia me han cobrado 4 euros solo por eso). Le ponen su crema por encima, esparcen un poco de cacao en polvo… Y encima está riquísimo. Creo que es de los mejores que he tomado en mi vida.
Información de la torre:
- Horario de la torre y la cafetería: 10-18 horas (lunes a sábado); 10-16 horas (domingo)
- Horario del restaurante: 17-21 horas (martes a sábado)
- Entrada: 6 euros (4 euros los estudiantes, jubilados y parados; 3 euros niños de 3 a 12 años)
- Dirección: Puijontie 135
Además de todo esto, aún puedes aprovechar para pasar la mañana caminando por el entorno natural que rodea a la torre de Puijo. Cuando tomaba el camino de subida en coche, me daban ganas de salir y aventurarme por algún camino que se dejaba ver desde la carretera. Por desgracia no tenía tiempo suficiente, pero al menos ya tengo excusa para volver a Kuopio.
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¿Ya has estado en la torre de Puijo? Comparte con nosotros tu experiencia en esta zona tan bonita de Kuopio.