Un caramelo no apto para todo el mundo. El salmiakki, el denominado «regaliz salado», es uno de esos productos finlandeses que o te encantan o los rechazas con asco. Sin embargo, hay un dulce derivado que es aún más desafiante. Estoy hablando del Tyrkisk Peber.
¿Es realmente tan intenso el sabor como para que llegue a suponer un reto? Vaya que sí, te lo garantizo. Por si aún no lo has probado, prepara antes un vaso de leche. Por si acaso.
De hecho, solo la bolsa de por sí ya nos avisa del «peligro» del Tyrkisk Peber, también conocido en Finlandia como Turkin Pippuri (traducido como pimienta turca). Una señal de peligro, un amarillo chillón… Cualquiera diría que, más que un dulce, estamos probando algún producto radioactivo o altamente peligroso.
La historia del Tyrkisk Peber se remonta a los años 70. Sus orígenes se encuentran en Dinamarca, ya que estos caramelos fueron creados por la empresa Perelly, según explica Fazer en su web. Desde 1977 hasta 1996 fue un producto danés… pero en ese último año la marca pasó a formar parte de Fazer.
Este producto se ha popularizado notablemente, pero no solo en Finlandia, sino en los países nórdicos en general. De hecho, no es raro encontrar Turkin Pippuri en aeropuertos o barcos de toda esta zona. Por tanto, es ideal para una compra de última hora antes de abandonar el país.
¿Podemos encontrarlo en España? ¡Claro que sí! De hecho, es de los productos finlandeses más fáciles de encontrar fuera de Finlandia. Únicamente hay que dirigirse a un Ikea y en su tienda de comestibles lo podrás comprar. También lo he visto en tiendas suecas o escandinavas, así que mira bien en un mapa si hay alguna cerca. Y aunque no vivas en España, busca igualmente un Ikea y es posible que lo localices. Eso sí, mira el etiquetado, porque muchas veces he visto que ponen erróneamente que es de «origen sueco».
El Tyrkisk Peber, una bomba picante
Pero volvamos al principio. ¿Por qué es un dulce desafiante? Porque es picante a un nivel superior. Realmente hay diferentes niveles que en los envases se representan con el icono del fuego. Si solo hay uno significa que pica poco y si hay cuatro, el máximo, que casi te saldrán llamas por la boca. Normalmente los que venden son las bolsas con tres llamas, que realmente ya tienen un sabor muy potente.
El Tyrkisk Peber es tan fuerte que incluso se utiliza para hacer salsas con sabor a salmiakki. De hecho, he visto alguna vez recetas de cerdo con regaliz. Y no solo eso: incluso se mezcla con alcoholes como el vodka para crear un resultado explosivo.
Dejando de banda este punto, no puedo dejar de mencionar los productos que se han hecho derivados del Tyrkisk Peber. Hay una variedad del chocolate de Fazer que lleva trocitos dentro, aunque no me convence en comparación con el que lleva regaliz fundido. También han hecho Domino con Turkin Pippuri, que vendría a ser una versión finlandesa de las galletas Oreo. Pero lo que más me gusta es su versión como golosinas blandas. En fin, si andas por un supermercado finlandés, seguro que aún verás algún ejemplo más.
¿Ya te has atrevido con el Tyrkisk Peber? Cuéntanos qué te ha parecido en los comentarios.