Loimaa luce con mucho honor las obras de su artista más famoso, Alpo Jaakola. También conocido por su faceta de chamán, se trata de un personaje muy respetado en esta ciudad rural del suroeste de Finlandia.
Desde que estoy como voluntario en Loimaa, me he dado cuenta de que en toda la ciudad hay esparcidas algunas obras suyas. Lo más llamativo entre su trabajo son las esculturas, pero también se atrevió con otros ámbitos como la pintura, por ejemplo. Creo que ya es hora de explorar un poco más su biografía y su huella en Loimaa.
¿Quién es Alpo Jaakola?
Nacido el 1 de abril de 1929, Alpo Jaakola se crió en una familia que se dedicaba a la tierra. Su padre era agricultor, tal y como explica la radiotelevisión YLE, pero él decidió seguir su propio camino hacia el arte contemporáneo.
Es principalmente conocido por sus esculturas, que decoran su parque de estatuas y algunos puntos de Loimaa. En pleno centro se encuentra Leipätyttö (La niña del pan) y muy cerca se halla Siivet (Alas), al lado de la biblioteca.
El talento de Jaakola no solo lo expresó con sus famosas esculturas. También se atrevió con la pintura. De hecho, en el museo de arte de Loimaa se puede contemplar alguna obra suya sobre óleo. Asimismo, dominó el arte de la escritura y publicó poesía, aunque no sea su faceta que más imprenta haya dejado.
Las obras de Jaakola han llegado a varios museos de toda Finlandia. El mismísimo Ateneum de Helsinki, uno de los más importantes del país, ha albergado exposiciones del artista. Igualmente, sus trabajos circularon por el extranjero, pues se pudieron observar en ciudades tan importantes como Moscú o Nueva York, explica el museo de arte de Loimaa.
El parque de estatuas de Alpo Jaakola
Uno de los lugares más destacados en los que vivió es lo que ahora conocemos como el parque de estatuas de Alpo Jaakola (Alpo Jaakolan patsaspuisto). Se instaló en 1953 buscando un lugar en el que poder estar tranquilo, en pleno contacto con la naturaleza.
Este pequeño rincón a apenas unos kilómetros de la ciudad era su refugio de paz y tranquilidad… hasta que construyeron una carretera a pocos metros de su cabaña de madera. En 1979, fruto del ruido del tráfico, se marchó del lugar, cuenta la web del municipio de Loimaa. Eso sí, no dejó la zona abandonada y, de hecho, en 1992 se abrió al público para que todos pudieran ver las obras que había dejado en el exterior.
Después de dejar este lugar, se marchó a su nueva casa, Torkville, en Niinijoki. En cualquier caso, no se fue demasiado lejos, ya que se trata de un pequeño pueblo que ahora se encuentra en el mismo municipio de Loimaa. La web Jaakolantaide cuenta que es un edificio del 1896 que funcionó como un escuela. Sin embargo, poco antes de llegar Jaakola dejó de funcionar como colegio, por lo que su esposa y él pudieron establecer allí su hogar.
Volviendo al parque de estatuas, las esculturas que encontramos allí se podrían agrupar en dos tipos: las de piedra y las que utilizan materiales de metal diversos.
Aquellas esculturas de piedra tienen su encanto, aunque tienden a ser más sencillas, porque con el paso de los años la naturaleza las ha ido absorbiendo poco a poco. Las de metal, en cambio, son más conceptuales y difíciles de comprender a primera vista. En fin, juzga tú mismo por las imágenes que acompañan a este artículo.
Si quieres visitar este lugar, tendrás que ir en verano, pues es cuando está abierto. Allí también podrás visitar las construcciones de madera por solo tres euros la entrada para adulto. Visto con perspectiva, tres euros para entrar a todo el recinto es un precio hasta barato.
Muerte
Jaakola nos dejó el 27 de febrero de 1997. Su cuerpo reposa precisamente en este mismo parque junto al de su mujer. Cuando fui, me contaron que tuvieron que hacer bastantes trámites para poder enterrarle allí, ya que en principio no se puede enterrar a nadie fuera de un cementerio, pero finalmente lo lograron. Asimismo, a su lado yace la tumba de su esposa.
Antes de fallecer, logró algunos reconocimientos por su labor artística. Por ejemplo, se hizo con las medallas Aurora (1981) y Pro Finlandia (1974). De la misma forma, le concedieron el premio de arte de las provincias de Turku y Pori en 1970.
Ahora ya conoces a una de las figuras más representativas de Loimaa y sabes que, si pasas por la ciudad, tendrás que echar un vistazo a su legado. De momento ya sabes cómo lucen las fotos, así que cuéntanos qué te han parecido sus obras. ¡Nos leemos!