Un nuevo invento que se ha extendido por el mundo tiene sello finlandés. Estamos hablando de un horno para hacer pizzas en un minuto a temperaturas que no puedes alcanzar con un horno convencional. Se llama Ooni y, como digo, uno de los fundadores de la empresa que ahora la comercializa es finlandés.
El horno Ooni fue creado por Darina Garland y Kristian Tapaninaho. No hay que ser un lince para darse cuenta de que el finlandés es el último. Ahora os contamos su historia y qué tiene de especial este invento.
Los inicios de Ooni
Como todo negocio de éxito, todo empezó detectando un problema (o una necesidad, dependiendo de cómo se mire). Tapaninaho no estaba del todo contento con las pizzas que hacía en el horno de su casa, tal y como cuentan en la web oficial de Ooni. No eran iguales a las que le servían en los restaurantes, simplemente por el hecho de que en su cocina no podía alcanzar esas temperaturas tan altas.
La opción de adquirir un horno tradicional para hacer pizzas no le convencía principalmente por su alto coste. Así pues, se le ocurrió la idea de hacer uno que fuera asequible, portable y caliente «como el infierno». Después, solo fue cosa de empezar a hacer pruebas y de allí salió el producto que conocemos hoy en día.
Tapaninaho inició una campaña de micromecenazgo, explica en el diario Ilta-Sanomat. Con el dinero que consiguió y la ayuda de amigos y familiares, logró poner en funcionamiento Ooni, empresa que fundó en Edimburgo junto a su mujer, Darina Garland. De esta forma, consiguió que su producto llegara a muchos países de todo el planeta.
El principal mercado de Ooni, de hecho, es el estadounidense. Sin embargo, también tiene un considerable volumen de negocio procedente de ventas a Alemania o el Reino Unido. En el artículo antes mencionado de Ilta-Sanomat incluso se mencionaba que estaban llegando a un acuerdo para llegar a Mongolia.
Así es el horno de Ooni
Dicho todo esto, es hora de probar el horno de pizzas de Ooni, ¿no crees? Mi tío se compró uno y nos invitó a probarla. El modelo que él adquirió funciona con gas. Efectivamente, esperamos unos 15 minutos hasta que la temperatura subiera hasta los 500 grados.
Una vez pusimos las pizzas en el horno, vimos que no es tan fácil como introducirla dentro y ya está. El fuego se concentra al final, por lo que tienes que mover la pizza para que se haga de manera uniforme. Teniendo en cuenta que en un minuto la tienes hecha, no supone ninguna molestia en especial. La cosa es que por delante no se puede cerrar, aunque he visto que hay otros modelos que sí que incluyen una puerta y que funcionan con pellet, carbón o madera.
En resumen, si quieres invitar a tu familia o amigos a una pizza, casi que es más recomendable no utilizarles como conejitos de indias y probar de hacerla antes. Puede que en el primer intento te salga quemadilla y no querrás que tus invitados tengan que ir rascando lo negro o, peor aún, se queden sin comida.
En cuanto al tema de si es más o menos portable, cierto es que ocupa poco espacio y no parecía ser muy pesado. Cualquiera debería ser capaz de sacarlo del trastero y ponerlo en cualquier sitio del patio. Ahora bien, también hay que pensar que es necesario tener una bombona de butano a mano (u otro material combustible).
En fin, ahora cuéntanos: ¿has tenido la oportunidad de probar el horno de pizzas Ooni? Si es así, cuéntanos aquí tu experiencia.