¿Vas a ir en la época de más frío a Finlandia? Estoy convencido de que esta será una de tus preocupaciones si vas a viajar al país y de verdad que lo entiendo. El invierno finlandés puede ser muy crudo y las temperaturas más bajas son casi siempre cifras con dos números.
En realidad no hay motivo para preocuparse. Que haga frío y haya mucha nieve debe ser siempre motivo de alegría, al menos desde mi punto de vista. Aquí te explicamos por qué no debes tener miedo a estas condiciones.
Sí, el frío en Finlandia en enero o febrero puede ser muy intenso. Los días más extremos en el sur del país pueden bajar de los -20 grados, mientras que en Laponia se pueden alcanzar los -40 grados. Aun así, la vida no se detiene.
Hay una anécdota que quiero contar para reflejarlo. Un día llegué de viaje a Rovaniemi con un amigo. El termómetro marcaba -23 grados y tuvimos que andar 15 minutos para llegar al hotel. En ese trayecto, las pestañas de mi compañero empezaron a congelarse.
Por supuesto, la clave reside en vestirse bien, aunque para las pestañas de momento no hay nada. Es especialmente importante que la ropa que elijas esté preparada para las condiciones más extremas. Puede que incluso en tu zona no encuentres la vestimenta más adecuada. De hecho, la mejor ropa que tengo en mi armario la compré en Finlandia.
Bajo mi punto de vista, lo más importante es tener manos, cabeza y pies calientes. La cabeza con un pipo (un gorro de lana) ya está suficientemente cubierta. No hay que olvidar que debe tapar también las orejas. En cuanto a las extremidades inferiores, habría que llevar zapatos o botas de invierno que ofrezcan buen agarre y sean calientes, además de calcetines calientes (o dos pares de calcetines, mejor). Y sobre llevar guantes, tres cuartos de lo mismo: los mejores que puedas comprar en Finlandia y, si es necesario, llevas dos.
El resto de la vestimenta no tiene mucho misterio. Hay que ir por capas. Un buen abrigo, una camiseta gorda y otra fina (una térmica también vale). Y después, calzoncillos largos y un pantalón caliente y que sea impermeable.
Como truco extra, puedo decir que llevar una mascarilla al aire libre protege muchísimo tu cara, que es la parte del cuerpo que siempre queda más expuesta. Una bufanda está bien, pero tienes que acabar recolocándola todo el rato y al final cansa y no funciona. De la mascarilla no te tienes que preocupar y así tanto el mentón como la nariz no se te congelarán. Es cierto que la mascarilla se moja rápido con este frío, pero tampoco resulta muy molesto.
Otro consejo que te puede ayudar es que si estás en el exterior utilices una alfombrilla o algo similar. Evidentemente, solo si estás parado y de pie. Es una forma de aislarte del suelo – y bastante eficaz, claro.
Después, ¿qué hay dentro de las casas? No hay una sola que no tenga calefacción y si la hay, es un edificio abandonado. En interiores la temperatura ronda normalmente los 20 grados, así que se puede estar con ropa de primavera perfectamente.
En cuanto a dormir, es probable que no necesites nada del otro mundo. Incluso es posible que pases calor si utilizas una sábana demasiado gorda o te cubres con mil mantas. Entre la calefacción, el pijama -si lo utilizas- y una sábana normalita es suficiente para no despertarse tiritando.
Otra cosa son los refugios que pueda haber en parques nacionales, donde lógicamente no hay las mismas comodidades que en un hotel. Lo digo para que luego no pille a nadie por sorpresa. Habrá posiblemente estufa o algún otro sitio para encender fuego y ya.
Una vez en un interior, ¿sabes qué es lo mejor que puedes hacer? Comer y beber. Después de una caminata de dos horas con temperaturas negativas, lo mejor es un buen plato caliente. Se te queda una sensación en la barriga muy agradable. Tengo entendido que es porque la sangre se concentra en el estómago a la hora de comer, pero bueno, no voy a entrar en estas cuestiones, porque tampoco las domino.
¿Qué trucos tienes tú para no pasar frío? Déjanos tus comentarios aquí abajo.