Hoy en día hay un tema que a la hora de viajar preocupa mucho: la sostenibilidad. Cada vez la gente está más concienciada en hacer un turismo más responsable, ya no solo por el cuidado del medio ambiente y la naturaleza, sino también por otras cuestiones relacionadas.
Francamente, no creo que yo sea el mejor ejemplo, porque seguro que hay gente que practica mejor que yo el turismo sostenible en Finlandia. De todas formas, sí que quiero dar algunas ideas para que otros puedan tomar nota. Tal vez podamos aprender todos algo (incluido un servidor).
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Turismo sostenible en Finlandia: transporte
Empecemos con el transporte público. En fin, no diría nada nuevo si afirmara que es mejor tomar el bus o el tren en lugar del vehículo privado. Eso sí, hay unos matices. En Helsinki, prácticamente ni se necesita coger el coche para moverse por la ciudad. En otras ciudades, como no son muy grandes, caminando llegas a todas partes. Si lo prefieres, también puedes alquilar una bicicleta y salir a la aventura.
En Finlandia hay bastantes zonas pensadas precisamente para ir en bicicleta, sobre todo en zonas costeras, ya que es un país relativamente plano. Lo que pasa es que muchas veces las distancias son enormes y para ir a según qué sitios ya hay que buscar alternativas no tan ecológicas.
Coche: ¿sí o no?
El coche siempre decimos que es muy necesario para desplazarse libremente por Finlandia, ya que más allá de las grandes ciudades el transporte público no funciona muy bien. Entonces, ¿qué podemos hacer para reducir nuestra huella ecológica?
Lo primero que podemos mirar es que el vehículo que vayamos a conducir. A ser posible, que sea uno que consuma poca gasolina. Y ahora con más motivo, porque los precios están por las nubes. Lo ideal sería un coche eléctrico, siempre que tengamos claro que allá a donde vamos habrá puntos de recarga. De lo contrario, un híbrido o uno nuevo de bajo consumo puede ser la mejor alternativa.
También es importante ejercer una conducción eficiente. ¿Te suena el concepto de la autoescuela? Es eso de no acelerar y frenar bruscamente, no revolucionar el coche demasiado… Y a eso añado no superar el límite de velocidad establecido en cada vía.
Viajes en avión
Aparte del transporte dentro del país, hay otro tema que es cómo llegar a Finlandia. Creo que todos hemos oído en los últimos años que hay un movimiento para evitar hacer uso del avión. A no ser que vengas de algún país vecino, es ciertamente complicado no acabar con las maletas en un aeropuerto.
Finlandia como destino es prácticamente como una isla. Al este se encuentra Rusia (fuera de la Unión Europea), al sur y al oeste está el mar Báltico y solo se puede acceder por tierra a través de Laponia. Así que, por ejemplo, si vienes de España, es complicadísimo llegar en tren. Este medio de transporte está bien para viajar entre países del centro de Europa, pero para ir a Finlandia es prácticamente obligatorio ir en avión.
Sí que hay un proyecto muy interesante que se quiere llevar a cabo con aviones eléctricos. Según cuenta la radiotelevisión finlandesa Yle, se empezará a probar con trayectos cortos en Laponia. No resuelve el problema de cómo llegar al país desde zonas más lejanas, pero sí que puede ser una alternativa de futuro sostenible.
Actividades sostenibles
Llegamos ahora a un tema que sé que es polémico, pero que igualmente tiene que ver con esta tendencia del turismo sostenible. Se trata de los animales. En Laponia especialmente se usan para las típicas actividades de invierno, principalmente para los trineos de renos o huskies, ya que es uno de los atractivos de este destino.
Las voces más intransigentes abogan directamente por no ir a ningún sitio donde utilicen animales. A mí, en cambio, me preocupa más en qué condiciones están. En este sentido, el Instituto de Turismo Multidimensional de la Universidad de Laponia realizó un proyecto en el que se puso el acento en este tema.
En general, las claves que proporcionan se refieren al bienestar animal. Entre otras cosas, se especifica que deben tener espacio suficiente para correr, que tengan días de descanso, que haya personal cualificado encargado de ocuparse de ellos (incluidos veterinarios), que se les alimente correctamente, que se retiren a menudo las heces, etc. Recomiendo mucho leer las indicaciones que dan, porque son muy amplias.
Lo que no me gusta es ver que los huskies, por ejemplo, estén encerrados en una jaula minúscula donde casi ni se pueden mover. Lo mismo se podría aplicar a los zoos. En el caso de los zoológicos, además de los buenos cuidados y el espacio, hay que valorar que en muchas ocasiones tienen un hospital veterinario para tratar a animales salvajes heridos y que luego puedan regresar a la naturaleza. Es lo que ocurre en el de Korkeasaari (Helsinki).
Sé que cuando hablamos de exhibir animales estamos entrando en un terreno complicado y muchos dirían directamente de no promover estas prácticas. Pero no todo es blanco o negro, siempre hay matices. Uno de ellos, el tema de los hospitales veterinarios que comento. En fin, dejo que cada uno saque sus conclusiones.
En referencia a otras actividades, hay una que ahora ha dado un paso adelante en pro de la sostenibilidad: las motos de nieve. En la ciudad de Rovaniemi ya las hay de eléctricas, por lo que su impacto en el medio ambiente es menor. Es una opción interesante para practicar un turismo sostenible en Finlandia. Además, son más silenciosas y, por lo tanto, respetan más a la fauna que hay en la naturaleza. Veamos un vídeo donde lo explican:
Turismo gastronómico sostenible
Pasamos ahora al tema de la alimentación, los finlandeses están muy concienciados con esto. Buscan mucho producto de proximidad o, al menos, nacional. Tal vez puedas tomar ejemplo de lo que hacen. Hay una forma muy sencilla de identificar artículos del país en el supermercado: con la marca de Avainlippu.
Avainlippu vendría a ser un certificado de que el producto es finlandés y se ha hecho dando trabajo a gente del país. Tiene forma de llave con la bandera de Finlandia, así que no tiene pérdida. Y aunque puede que sean un poco más caros, a los finlandeses no les importa pagar más con tal de que sus manzanas no sean de Polonia, por ejemplo.
Ya en verano, la gente frecuenta mucho los mercados que se montan al aire libre. Es otra forma de consumir producto local y contribuir a la sostenibilidad. Realmente hay puestos por todos lados, así que no hay excusa.
Volviendo a Avainlippu, este certificado no solo te sirve para la comida, sino que se aplica a numerosos productos. Se destina a numerosos ámbitos, incluidos los objetos de diseño. Hasta los recuerdos que lleves de vuelta a casa pueden contribuir positivamente a la economía finlandesa.
Como vemos, el turismo sostenible tiene sus ventajas en cuanto a defensa del medio ambiente, el beneficio a las comunidades locales, etc. También hay alguna pequeña desventaja, ya sea la pérdida de comodidad en algunos casos o que el precio que haya que pagar sea un poco mayor.
Llegados a este punto, me encantaría escuchar tu opinión sobre el tema y si tienes algo más que añadir para mejorar en cuanto a sostenibilidad o cuidar más la naturaleza en nuestros viajes. ¡Nos leemos aquí abajo!