¿Un destino para visitar durante 24 horas desde Helsinki? Esta vez nos vamos a salir un poco más al sur que de costumbre para conocer una ciudad que de siempre tiene una buena relación con los finlandeses. Nos referimos a Tallin, capital de Estonia. Aquí te traemos este artículo sobre qué ver en Tallin en un día.
Esta opción para hacer viajes internacionales exprés es de las favoritas para los finlandeses. Ya no solo por el hecho de poder visitar una de las ciudades medievales de Europa mejor preservada, sino que también por el trayecto en ferri, que es toda una experiencia. Vayamos a descubrir de una vez por todas qué ver en Tallin en un día.
Contenidos
- 1 Información sobre Tallin (Estonia)
- 2 Qué ver en Tallin en un día
- 2.1 Casco antiguo de Tallin, Vana Linn
- 2.2 Puerta de Viru
- 2.3 Catedral de Alejandro Nevski
- 2.4 Castillo de Toompea
- 2.5 Pasaje de Santa Catalina
- 2.6 Catedral de Santa María
- 2.7 Mirador del jardín del obispo
- 2.8 Iglesia de San Nicolás
- 2.9 Plaza del Ayuntamiento (Raekoja plats)
- 2.10 Farmacia municipal (Antiik Raeapteek)
- 2.11 Museo del banco de Estonia
- 3 Dónde comer
- 4 Cómo llegar
- 5 Dónde dormir en Tallin
- 6 Qué hacer en Tallin en invierno y verano
Información sobre Tallin (Estonia)
Si eres de los que les gusta viajar, probablemente hayas oído hablar de Tallin, la capital de Estonia. Esta ciudad portuaria es famosa por su impresionante casco histórico medieval. Es por algo que suele estar incluida en los tours por las capitales de los países bálticos, pero hay mucho más que eso.
Tallin es la ciudad más grande de Estonia y se encuentra en la costa norte del país, en el golfo de Finlandia. Con una población de alrededor de 450.000 habitantes, es una ciudad pequeña pero vibrante. Es conocida por su arquitectura medieval, con edificios de ladrillo rojo y techos de tejas, así como por su vibrante escena cultural y artística.
La ciudad vieja de Tallin fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997, tal y como explica la misma institución, lo que significa que está protegida como parte del patrimonio cultural mundial. Además, Tallin es famosa por ser una de las ciudades más conectadas digitalmente del mundo, con Wi-Fi gratuito disponible en la ciudad, entre otros ejemplos.
Ahora mismo, Estonia ha destronado a Finlandia como potencia en educación. Los últimos informes PISA han colocado al país báltico como una referencia en este sector, pues ha irrumpido en los primeros lugares de la conocida lista.
Por cierto, un apunte. En español no es Tallín ni Tallinn, es decir, sin la tilde ni la doble ene al final. Se escribe siempre Tallin, con acento (que no tilde) en la primera sílaba.
Qué ver en Tallin en un día
Hecha esta introducción, es hora de preparar nuestro viaje, que para eso estamos aquí, ¿verdad? Te he preparado algunas sugerencias sobre qué ver en Tallin en un día y por qué sitios pasar basándome en lo que he visto. ¡Ahí va!
Casco antiguo de Tallin, Vana Linn
El casco antiguo de Tallin se llama Vana Linn y es la verdadera joya de la ciudad. Se trata de un barrio protegido con mucha historia. No por nada es patrimonio de la humanidad de la UNESCO, pues esta es una de las urbes medievales europeas mejor conservadas.
Recorre las preciosas calles empedradas del centro histórico empezando por Viru, una de las calles más concurridas del barrio. Esta en concreto está plagada de tiendas, alguna que otra iglesia, bares y restaurantes, encabezados por el que es un icono de Viru, Olde Hansa. Sí, puede que ese restaurante sea una turistada, pero no me podrás negar que su edificio te ha atraído poderosamente.
Eso sí, no te quedes en las calles más amplias de la ciudad. Hay mucho más que ver en Tallin entre sus callejones: fachadas de lo más estilosas, pequeños detalles en cada portal que harán que cada paso que des sea distinto. Aventúrate también cerca de la muralla que rodea la capital de Estonia y déjate encandilar por su altura y cada torre que la salpica.
Puerta de Viru
Sin duda, una de las imágenes icónicas de la ciudad. La puerta de Viru es la entrada típica al barrio medieval. Sus dos enormes torres en cada lado de la calle te dan la bienvenida y ya te dan una primera impresión de lo que te vas a encontrar de aquí en adelante.
Te darás cuenta de que los imanes y postales que venden de Tallin son en buena parte de la puerta de Viru. Pero te animo a que no te quedes simplemente con esta imagen y que te adentres para conocer esas preciosas calles empedradas que tienes delante.
Catedral de Alejandro Nevski
Una vez metidos en el centro histórico de Tallin, uno de los edificios más destacados es la Catedral de Alejandro Nevski, de culto ortodoxo. No es, desde luego, uno de los lugares más antiguos, pero eso no quita que sea uno de esos puntos de referencia de la ciudad. Es, además, un excelente ejemplo de la influencia rusa en la arquitectura. Las cúpulas que coronan varias de sus torres son todo un símbolo que nos recuerda a su vecino del este.
Te darás cuenta de que la Catedral de Alejandro Nevski está muy concurrida y eso tiene una explicación. Es de los pocos edificios religiosos de cierta relevancia en esta zona que es de acceso gratuito. Entonces, y esa es también la sensación que me da, los mismos ciudadanos aprovechan esta circunstancia para ir principalmente a dicha catedral para rezar y poner velas – que, por cierto, la cantidad que había me parecía considerablemente alta.
Castillo de Toompea
Justo a la salida de la catedral, topamos de frente con el castillo de Toompea. Es uno de esos edificios históricos que aún hoy en día sobreviven en Tallin. Este, concretamente, se ha reconvertido en la sede del Parlamento de Estonia.
Al parecer, que el castillo de Toompea sea ahora el Parlamento no es casualidad, pues siempre ha sido un lugar desde el que se manejaba el poder, explica el portal Visit Tallinn. Así pues, aprovecha tu visita a la ciudad y admira su estilosa fachada, así como los jardines que lo rodean y su torre trasera.
Pasaje de Santa Catalina
Por el motivo que sea, uno de los callejones con más renombre es el pasaje de Santa Catalina (Katariina käik). Sin duda, se trata de un callejón precioso, con unos arcos con tejas que le dan un encanto especial. Además, si te fijas en lo que hay en sus casas, podrás descubrir detalles interesantísimos.
Eso sí, te recomiendo que no te quedes simplemente con esto y que sigas explorando otras zonas del centro histórico de Tallin. Así es como podrás descubrir verdaderas joyas ocultas que los demás viajeros pasan por alto.
Catedral de Santa María
Si antes estuvimos en una ortodoxa, ahora es el turno de una luterana, la Catedral de Santa María (Toomkirik). Si la que te enseñamos era relativamente nueva, esta en cambio tiene mucha más historia. Según explica su misma web oficial, tiene sus orígenes allá por el siglo XIII, cuando Dinamarca se hizo con el dominio de la zona.
Aunque el color blanco muchas veces resulta incluso aburrido, no es el caso de su fachada. Esos salpicones grisáceos, a modo de cicatrices de su historia, aportan un toque retro interesantísimo. Su interior ya solo se puede visitar pagando, como ocurre con muchísimas iglesias en el centro de Tallin, pero al menos siempre podemos admirar este edificio por fuera.
Mirador del jardín del obispo
Salimos de la Catedral de Santa María y justo a sus espaldas nos encontramos con el jardín del obispo. Como te podrás imaginar, allí al lado era donde históricamente vivía el obispo. Pero lo que nos trae hasta aquí es un tranquilo parque donde desconectar por un momento y disfrutar de lo que realmente ofrece este lugar.
Sin duda, lo mejor que puedes hacer en el jardín del obispo es admirar las preciosas vistas de la ciudad y el puerto. ¡Son de las mejores! Desde este mirador podrás ver cómo salen los cruceros con destino hacia Finlandia o Suecia. Quédate sentado un rato mirando cómo es cada detalle de otros barrios más modernos de Tallin mientras te acaricia la brisa en la cara.
Iglesia de San Nicolás
Última iglesia y ya te prometo que te dejo en paz por ahora. Pero es que hay tantas que podríamos mencionar… La iglesia de San Nicolás se erige majestuosa en el centro histórico de Tallin. En un día de primavera, su tejado rojo resalta ante un cielo despejado como el que tenemos en la imagen. Como curiosidad, en las afueras se encuentra el árbol más antiguo de la ciudad.
Las veces que he ido se encontraba cerrado y eso puede tener una explicación. En la actualidad parece ser que sus funciones son las de un museo que ha estado un tiempo en renovación. Eso sí, parece que reabre en 2023, así que aprovecha para ir si tienes la ocasión y así nos cuentas qué tal lo ves.
Plaza del Ayuntamiento (Raekoja plats)
Nos desplazamos ahora hasta la plaza del Ayuntamiento, o Raekoja plats en estonio. Como si nombre bien indica, aquí se encuentra el edificio del Ayuntamiento, el único de estilo gótico que queda en el norte de Europa. Sus orígenes datan del siglo XIV aproximadamente, pues la primera mención del lugar fue en esa época. Eso sí, el edificio actual es de 1402-1404.
Cuando se acerca la época estival, la plaza del Ayuntamiento se convierte en un lugar lleno de vitalidad con varios puestos en su mercado. Puedes aprovechar allí mismo para ver si encuentras algún recuerdo para llevarte de vuelta a casa.
Como curiosidad, Tallin presume de ser el primer sitio donde se levantó un árbol de Navidad, allá por 1441. Y justamente se localizaba en esta plaza. Sin embargo, hay otros países se proclaman como el lugar de origen de dicho símbolo navideño, como Letonia y Alemania, explica la revista National Geographic.
Farmacia municipal (Antiik Raeapteek)
Cuando fui a Tallin, una de las paradas que hicimos fue en la farmacia. ¡Que no cunda el pánico, no me pasó nada! Es que justamente esta que se localiza en pleno centro de la ciudad es histórica, una de las más antiguas de Europa, pues data del siglo XV.
La farmacia Antiik Raeapteek tiene una pequeña exposición en la que explican un poco la historia de este lugar, los medicamentos que se solían servir antiguamente… Incluso podrás conocer qué clase de gente trabajaba aquí hace 200 años en un registro que tiene, becarios incluidos. Y, como no podía ser de otra forma, podrás adquirir algún medicamento si así lo necesitas, pues este establecimiento es plenamente funcional.
Museo del banco de Estonia
En nuestra segunda visita a Tallin, queríamos ir a algún museo que, a ser posible, fuera gratis. Dicho y hecho. Acabamos en el museo del banco de Estonia. ¿Cómo? ¿No suena muy sugerente? Eso mismo pensó un amigo que me acompañaba, pero creo que nos llevamos una grata sorpresa.
¿Qué esperas encontrar de un lugar como este? Pues la evolución de la moneda durante los últimos siglos, sí, incluyendo la época en la que en Estonia se usaban los rublos rusos, pero hay más. Tienen partes interactivas muy chulas que, por ejemplo, te enseñarán a manejar la economía de un país a través de políticas monetarias. Es más divertido de lo que suena.
Sin embargo, lo que me llevo de este sitio a grandes rasgos son dos cosas. Uno, lo bonita que es la principal sala del museo. Dos, un dato: una de las penas de muerte que había antiguamente consistía en, y lo diré de forma suave, un baño calentito. Bastante calentito.
Dónde comer
Francamente, cuando estuve mirando qué comida típica había en Estonia, no encontré nada que me resultara atractivo. Más bien platos… voy a llamarlos muy tradicionales para decirlo suavemente. Pero eso no significa que no puedas comer bien en Tallin, más faltaría.
Recuerdo de mi primer viaje a Tallin que acabamos en Karja Kelder, un pub que presume de ser el más antiguo de la ciudad. Más de 100 años después, ahí siguen. No me compliqué mucho la vida y tomé una hamburguesa. Lo mejor de todo es que el precio es muy competitivo y que el local es muy chulo, por lo que puedes disfrutar perfectamente de su gastronomía sin dejarte mucho dinero.
Si vas a estar solo un día, puede que también te interese comer directamente dentro del ferri de vuelta. En nuestro caso, fuimos con Eckerö Line y tenía un buffet que estaba para chuparse los dedos. Y sí, es comida finlandesa, pero también encontramos alguna especialidad estonia, como el Verivorst (procura no leerlo como si fuera inglés). Se trata de una salchicha en la que se utiliza sangre, tipo morcilla. Ahora te contaré más sobre lo del barco, así que sigue leyendo.
Cómo llegar
Por supuesto, si quieres ir a Tallin desde Helsinki el avión es una opción, pero quiero hablarte de lo que hacen los finlandeses para viajar a Estonia. Pronto entenderás por qué ir por vía marítima es lo más recomendable.
Lo típico es coger un ferri en Helsinki para ir a Tallin. Hay unas cuantas compañías navieras encargadas de este servicio, pero en esta ocasión tengo que recomendar que vayáis con Eckerö Line.
La compañía Eckerö Line, con bandera finlandesa, une Helsinki y Tallin con varias conexiones diarias. Nosotros fuimos en el barco que salía por la mañana, volvimos por la tarde y allí pudimos disfrutar de lo típico: música en directo, bingo, karaoke, compras…
Allí aprovechamos para desayunar por la mañana en su lounge. Tengo que decir que sus cruasanes eran divinos. Pero a la vuelta fue aún mejor, porque teníamos el buffet incluido y ahí sí que nos pusimos las botas. La comida la preparan a diario con producto finlandés y eso se nota. Pasta, carne, pescado… Hay de todo, mucho y para chuparse los dedos. Mucho ojo a su tarta con miel, que es de vicio.
Dónde dormir en Tallin
Si buscas un lugar único en el que dormir en Tallin, te sugiero pasar la noche en una antigua base secreta del KGB. Me refiero al hotel Viru. Se inauguró en la época soviética, cuando Estonia aún era parte de la URSS. Entonces, la que era la policía secreta se dedicaba a espiar con micros y cámaras ocultas a algunos de los huéspedes más relevantes. Solo por eso, ya me parece uno de los mejores lugares donde puedes dormir en la ciudad.
Cuando cayó la URSS, dejaron dicha base operacional tal cual y lógicamente se descubrió. De hecho, ahora allí hay un museo de la KGB al que se puede entrar en visitas guiadas. Además de este hotel, aquí te dejo algunos otros alojamientos en Tallin que te pueden interesar. He hecho la investigación por Booking por ti para facilitarte un poco la vida en la organización de tu viaje:
- Hotel mejor ubicado: Apartment Peegel
- Mejor valorado: Luxury Rotermann Apartment
- Más barato: Dunten Hotel
Qué hacer en Tallin en invierno y verano
En mi caso, te puedo decir que ya he estado dos veces en Tallin. La primera vez fue a finales de primavera (con un tiempo ya totalmente veraniego, como para ir en manga corta). Y la segunda, ya en pleno invierno y con las máquinas quitanieves a pleno rendimiento.
¿Cuál es la mejor época para viajar a Tallin? Pues es difícil de decir, porque cada estación tiene su encanto. El invierno es más tranquilo y todo se ve con unos ojos distintos. La imagen de las murallas rodeadas de nieve fresca es una pasada.
Sin embargo, el verano también es una época fantástica en la que ver Tallin. La ciudad ya tiene un aspecto mucho más vivo con el despertar de la naturaleza. Los personajes vestidos con motivos históricos se multiplican por sus calles atraídos por la llegada de turistas, muchos de ellos finlandeses que se animan a cruzar el golfo para escaparse un día.
Bueno, con toda esta información ya tendrás suficiente como para valorar salir desde Helsinki y disfrutar de todo lo que ver en Tallin en un día. Si ya has estado allí, no dudes en dejarnos un comentario dejando tus impresiones de la capital de Estonia. ¡Nos leemos!
¿En idioma estonio de pronuncia «tálilin»? (allí si pongo tilde porque es palabra esdrújula).
Sí, se pronunciaría igual que en finlandés, creo. Sin la ‘i’ esa de en medio, que supongo que se ha colado. Pero si hay algún estonio en la sala, que nos confirme 🙂