Si piensas que con solo un viaje ya has visto Finlandia, tal vez deberías repensártelo. Cada momento del año te ofrece algo diferente que experimentar e incluso en la misma estación hay tantas cosas que hacer y lugares por conocer que dos semanas no bastan.
En las siguientes líneas, te explicaré punto por punto los motivos para pensar en volver a Finlandia una segunda, tercera o, por qué no, una cuarta vez. Tal vez al final del artículo hasta estés planeando tu siguiente viaje.
Lo primero que tengo que decir es que los últimos 4 viajes que he hecho a Finlandia han sido cada uno únicos. En enero de 2023 fui a Laponia con un amigo: nos plantamos en Ylläsjärvi, vimos unos paisajes nevados espectaculares, hubo auroras boreales… Después, volví en verano para hacer un viaje en carretera por el este de Finlandia: una semana y mucho que ver y experimentar…
Ya en 2024, volví en invierno por motivos familiares, y aun así tuve tiempo para patinar sobre hielo, nadar en un lago congelado, etc. En verano, me marqué una ruta por el sur de Finlandia en bicicleta. 150 kilómetros en cinco días parando en pueblos preciosos y después otros tantos disfrutando de los lagos con calma. Si no contamos el viaje en invierno, es verdad que salen 3, pero aún podemos añadir el que haré en otoño a Laponia: prometen más auroras, excursiones por zonas remotas, paisajes otoñales espectaculares…
Desde luego, podría contarte más detalles de por qué cada uno de estos viajes son únicos, pero tampoco es el objetivo. Pero creo que ya puedes hacerte una idea de lo que te quiero decir.
Habitualmente, los dos momentos siempre mencionados para visitar Finlandia son invierno y verano. Desde luego, ambas estaciones ofrecen unas experiencias fantásticas y cada una tiene su encanto. En realidad, solo con eso ya bastaría para justificar este artículo, pero iré un poco más allá.
Para empezar, el invierno ofrece unos paisajes blancos inmaculados que no dejan indiferente a nadie. Laponia es el destino por excelencia para disfrutar de la nieve o los deportes de invierno, así como de las auroras boreales. Hay montonazo de excursiones que se pueden hacer y que sobran para una semana de vacaciones, como por ejemplo en moto de nieve, visitas a granjas de renos, etc.
Lo cierto es que Laponia es enorme, así que puedes ir a diferentes lugares en invierno y ver cosas distintas. Por ejemplo, en el norte de la región hay mucha población sami, por lo que puedes hacer un viaje para explorar su cultura. En Inari, sin ir más lejos, está el museo Siida, que te los da a conocer.
En cuanto al verano, lo cierto es que este momento del año hace que todo luzca de forma espectacular. El verde invade hasta el último rincón y hasta el más pequeño de los pueblos se revitaliza con la celebración de la época estival.
En este momento, se nos abre un mundo de posibilidades que nos permite hacer diferentes viajes. Puedes pasarte una semana en las islas Åland, sumergirte por la región de los mil lagos, descubrir la costa oeste de Finlandia, bordear algunas de las poblaciones más importantes junto a la frontera con Rusia… Cada una de estas propuestas te sirve para un único viaje, ya te lo digo. Y no nos olvidamos de Laponia, claro.
Laponia tiene ese encanto en verano del sol de medianoche, pero también te digo que muchos finlandeses evitan ir en estas fechas. ¿La razón? Hay muchos, muchos mosquitos. Más que en el resto del país.
Para evitar los mosquitos, muchos optan por ir a Laponia en septiembre, ya en otoño. Es un momento excelente para conectar con la naturaleza: es la época del ruska, cuando los árboles cambian de color. A partir de ese mes, es el momento ideal para hacer senderismo. Además, las auroras boreales ya se muestran en todo su esplendor y las puedes ver sin necesidad de congelarte las pestañas.
En el sur de Finlandia, en cambio, es más bien por octubre cuando se ve todo más bonito. Eso sí, noviembre ya sí que por lo general es un mes gris, sin nieve, con alta nubosidad… Hubo una campaña que directamente llamaba bobos a los que iban a Helsinki en esa época.
Y ya solo nos queda… ¿primavera? Honestamente, no es mala época para ir a Finlandia si lo que buscas es algo más económico. Laponia aún se ve en todo su esplendor en marzo, mientras que en el resto del país depende un poco del tiempo que haga. Si la nieve se empieza a derretir, puede ser algo complicado el mero hecho de caminar. Además, el blanco inmaculado se empieza a ver sucio.
Pero eso, marzo en Laponia está bastante bien y, además, se pueden hacer las típicas actividades de invierno a la vez que disfrutas de más horas de sol. Ya bien entrado mayo, el sur de Finlandia empieza a coger tono de verano. Me refiero, por supuesto, a que se ve más verde. Aún el tiempo puede sorprender: tanto puedes estar a más de 20 grados en manga corta como disfrutando de las últimas nevadas. Puede ser un buen momento para viajar de forma económica (y los más valientes hasta pueden intentar ir a esquiar al norte).
En fin, con esto ya tienes una idea de los muuuuchos viajes que puedes hacer en diferentes momentos del año. Ya solo es cosa de buscar la excusa para volver, investigar un poco lo que quieres hacer y ponerse a hacer maletas. ¿Tienes alguna sugerencia más de tipos de viajes que no hayamos comentado? ¡Nos leemos aquí abajo!