Foca de Saimaa o Saimaannorppa

La foca de Saimaa, una especie autóctona en peligro de extinción

El lago Saimaa, en el sureste de Finlandia, es único en cuanto a su fauna. En sus cerca de 4.400 kilómetros cuadrados encontramos la foca anillada de Saimaa (o Saimaannorppa o Phoca hispida saimensis), una especie autóctona, que solo podremos encontrar en este lugar.

Por desgracia, este animal está en peligro de extinción. Su población, según datos que proporciona WWF, es de tan solo 320 ejemplares. Es una cantidad muy baja, por lo que requiere que se las proteja especialmente.

Foca de Saimaa o Saimaannorppa
Foca de Saimaa – Flickr (Tomi Tapio; CC)
La historia de este mamífero se remonta a hace 8.000 años. Según explica RPP, el mar Báltico se separó del lago en esta última glaciación. Esto los aisló y favoreció esos pequeños cambios singulares que los hacen únicos en el mundo.

Uno de los problemas a los que se enfrentaba es la pesca ilegal. Ya en su tiempo Ecologistas en acción denunció que el uso de las redes para pescar estaba provocando la foca se quedara atrapada y, por tanto muriera. Cosas así no se pueden permitir con una especie en peligro crítico. Hoy en día se prohíbe pescar con red del 15 de abril al 30 de junio precisamente para proteger a las crías, pero aún así hay que lamentar algunos fallecimientos, informa la radiotelevisión finlandesa YLE.

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Pero ya desde los 50 se empezaron a cazar ya que los pescadores los consideraban como una amenaza para su sector. Eso, más la contaminación del lago Saimaa de los 70, perjudicó gravemente a las pobres foquitas, cuentan desde RPP.

La foca anillada de Saimaa en datos (WWF)

Longitud: 130-145 centímetros
Peso: 50-90 kilos
Color: Gris oscuro
Esperanza de vida: 20 años
Población: 320
Objetivo para 225: 400 ejemplares
Sanción por hacerles daño (HS): 9.755 euros

No podía faltar el vídeo de una foca muy mona haciendo cosas de foca, así que ahí va este de WWF.

Así le afecta el cambio climático

Los efectos del cambio climático también afecta a la foca de Saimaa. Son muy sensibles y necesitan de nuestra ayuda. De hecho, el otro día leí en YLE que en algunos puntos del lago no hay nieve suficiente para que hagan sus casas y necesitaban ayuda. Es crucial esto, porque además para febrero nacen las crías.

Los humanos ya hemos asesinado a numerosas especies animales. No nos podemos permitir que una sola más desaparezca por nuestra culpa. Pronto no nos quedarán ni cucarachas, esas que aplastamos con las zapatillas. Imagina un cartel de «SOS cucarachas» con foto incluida.

Lejos de esta exageración que me he permitido, sí, hay que hacer un esfuerzo por recuperar aquello que hemos destrozado. Y un ejemplo lo encontramos con la foca de Saimaa. ¿Alguna vez lo has llegado a ver?

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