Tengo que confesar algo. Cuando me dispuse a ver Rare exports, lo hice con cierto temor. Temor a que fuera una de esas películas navideñas que te destrozan las fiestas. Llegué a pensar que solo sería una película normalita, ligeramente ambientada en Navidad, con un par de muertos.
No suelo comentar películas que no me gusten en el blog. Por tanto, que estés leyendo esto ya es una buena noticia: ninguno de los supuestos anteriores se cumplen. Rare exports es un filme de lo más entretenido para ver en estas fiestas. Vamos a contarte de qué va.
La historia de la película se localiza en Korvatunturi, el lugar del que procede Papá Noel (o, mejor dicho, en finlandés, Joulupukki). Allí se encuentra un equipo de sismólogos haciendo trabajos en la montaña. Sin embargo, pronto descubrirían que se trata de un lugar sagrado…
Pietari (Onni Tommila) es el pequeño protagonista de un largometraje que cuenta sobre los hechos misteriosos que acontecieron después de que exhumaran un cadáver muy vivo y muy frío. Entonces, el niño descubriría que Papá Noel en realidad no es tan bueno como parece: tortura a quienes se han portado mal.
Tras los trabajos en Korvatunturi, empezarían a ocurrir sucesos extraños en un pequeño pueblo de Laponia. Muertes, desapariciones, robos… Y todo con un autor muy navideño. Así, Pietari descubrirá el oscuro secreto de la Navidad con la ayuda de su padre Rauno (Jorma Tommila), el señor Piiparinen (Rauno Juvonen) y su amigo Juuso (Ilmari Järvenpää).
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Rare exports, engancha desde el minuto uno
La historia tiene la capacidad de engancharte desde el minuto uno. No se enrollan con cuestiones secundarias, van directos al grano. Además, consigue mantenerte en tensión todo el rato. Y, lo más importante, no destruye el espíritu navideño, a pesar contener dosis de suspense y, de forma más diluida, de drama.
Y qué decir de los paisajes. Es que son, simplemente, espectaculares. Blanco por todo, adornado de las montañas laponas… ¿Quién no querría estar allí? Suponiendo que no te vaya a torturar Papá Noel, claro.
Ahora, si me preguntas si es una película para niños, te contestaré con un no. Es decir, no creo que sea para un niño de cuatro años, tal vez sí para uno de siete.
La película también tiene algunos errores o cosas raras que quería comentar. Primero, la frontera con Rusia no está antes de llegar a Korvatunturi, como figura allí, sino que está en la misma montaña, en medio de ella. Y encima tiene un par de picos.
Otra cosa que me extraña son las horas de luz: una parte significativa del filme transcurre de día. Sin embargo, en diciembre suele haber muy poca en esa zona.
A pesar de estos últimos apuntes, de verdad que recomiendo verla ya mismo. Aquí puedes disfrutad del trailer, en finlandés con subtítulos en inglés:
Desde luego, el director Jalmari Helander ha hecho un gran trabajo, alejado del comercialismo que se muestra, entre otras cosas, con un guiño anti-Coca-Cola.
Si no lo has hecho, vuelvo a insistir, mírala. No te arrepentirás. ¿Qué es lo que más te ha gustado de esta?