Si de algo puede presumir Turku es de todo el patrimonio histórico que rodea a la ciudad. Y, sin duda, uno de los edificios más emblemáticos en este sentido es la catedral de Turku.
Los muros de la catedral sostienen una historia que dura ya siglos y siglos. A pesar de las embestidas de varios incendios –el más importante en 1827-, el edificio aún permanece en pie gracias al trabajo que hicieron en su momento reconstruyéndolo. Por eso hoy podemos contarte cómo es semejante obra arquitectónica.
A esto hay que sumarle la destrucción que provocan los incendios. Ya se sabe, las casas de maderas y la dificultad de apagar los fuegos en aquellos tiempos son un cóctel devastador. Por eso tuvieron que levantar de nuevo la antigua capital de Finlandia, en especial tras la tragedia vivida en 1827.
LEER MÁS | El Castillo de Turku, un museo y una joya medieval finlandesa
Todo esto ha quedado reflejado en la fachada de la catedral. El diseño actual la muestra como si estuviera construida en momentos muy dispares. Por una parte, la parte baja es un muro de piedra natural, mientras que por arriba predomina el ladrillo. Mención especial merece la torre que se levanta justo delante de nosotros y que puede verse desde bastantes zonas a lo largo del río Aura (Aurajoki).
Una vez entramos, notamos que esta construcción religiosa tiene bastantes pocas similitudes con otras que podamos encontrar en Finlandia. Esta es de un estilo más católico -de hecho, a sus inicios la catedral lo era-, lo que implica un mayor esfuerzo en la decoración de este templo. En cambio, las luteranas se caracterizan por ser más sobrias.

Adentrándonos en la catedral de Turku
Nuestra mirada se dirige de inmediato al altar, en el que se alza la figura de Jesús que se transfigura. Esta pintura la hizo el sueco Fredrik Westin en 1836, pocos años después del dichoso incendio. Alrededor se concentran otras obras pictóricas que retratan momentos tan emblemáticos como la última cena.
Al contrario que en otras de Finlandia, las grandes vidrieras abundan y dan mucho color a un espacio que, si no fuera por estas, sería un tanto monótono.
A parte de estos detalles, conviene dar una vuelta por los laterales y descubrir pequeños espacios algo más ocultos. Es el caso de la tumba de Catharina Månsdotter, quien fue una reina sueca. Y si quisieras leer una Biblia escrita en finlandés antiguo también podrías intentarlo. Otra cosa es que seas capaz de descifrar lo que pone.

Una de las cosas que más me llamó la atención de la catedral es que por dentro tenía una zona para los niños. Había sillas y mesas adaptadas a sus medidas, también pusieron un par de ovejas mecedoras… La sala incluso estaba decorada con un mural de temática marina, con muchos peces, medusas y caballos de mar pintados por algunos críos. Sin duda, un acierto el hecho de dedicar un espacio a los más pequeños para que no vean este como un sitio aburrido. Esto lo dice alguien muy poco religioso.
LEER MÁS | Razones por las que es mejor el Kauppahalli de Turku que los de Helsinki
Dicho esto y vistas las imágenes, entenderás que la catedral de Turku sea considerada como el edificio histórico más importante de todo el país. Si ya te has dejado ver por su interior, coméntanos qué te ha parecido la experiencia.