¿Buscas recuerdos baratos para llevar a casa después de unas vacaciones de ensueño en Finlandia? ¿O tal vez vivas allí y necesitas de todo para tu casa? Sea cual sea tu propósito, no puedes dejar de visitar algunas de sus tiendas de segunda mano, llamadas Kirpputori.
El concepto de tienda de segunda mano no es exactamente el mismo al que estamos habituados en otros países. Es decir, sí, la gente acude a estos locales para vender objetos que no utiliza, pero hay sensibles diferencias que definitivamente marcan una experiencia distinta. Te aviso: estos lugares causan adicción.
La diferencia entre tiendas de segunda mano convencionales y las Kirpputori reside en su funcionamiento. En un establecimiento normal que podamos encontrar en España, por ejemplo, tú vas con un objeto, lo vendes y te marchas. En Finlandia no funciona exactamente así.
Una Kirpputori no te dejará presentarte y vender lo que sea como si nada. Allí te ofrecerán el alquiler de una mesa, normalmente por un periodo mínimo de una semana. Dicho así seguro que te parecerá que es un cambio menor, pero créeme, el concepto y la experiencia es radicalmente distinta.
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Para empezar, el orden destaca por su ausencia. El orden en el sentido de que los productos están esparcidos por todo el local sin criterio alguno y el orden en el sentido de que algunas mesas están patas arriba. Si quien la ha alquilado es un descuidado, puede que tengas que andar removiendo las cosas con cuidado para que no se caigan encima.
Durante la semana que tienes alquilada la mesa, tú te encargas de poner los objetos que quieras. Normalmente tienes un espacio debajo, la superficie del mueble en sí y un apoyo para dejar ropa. Entonces, tú pagas por esos siete días -el precio ronda los 30 euros– y tú te encargas de poner un precio a los productos.
El encanto de una kirpputori
Todo esto puede parecer un caos tremendo, y en parte eso es cierto. Pero precisamente es por eso que tiene un encanto especial. Para encontrar lo que andas buscando, tienes que patearte toda la tienda. Yo he ido a un par y las hay de todos los tamaños, pero por ejemplo la Kirpputori de Hyrylä (Tuusula), llamada Femmatori, es medianamente grande. Allí puedes estar casi una hora dando vueltas entre sus pasillos. Así es como puedes acabar encontrando chollazos de escándalo.
Para ser justos, un pelín de orden sí que hay. La cafetera (y puede que algunos bollos) están al lado de la caja, puede haber una parte de plantas o juguetes diferenciada… Incluso he visto una estantería para videojuegos. Pero ojo, eso no significa que no haya más títulos esparcidos por toda la tienda. Así conseguí yo el NHL 06 para PlayStation 2 (sí, aún la tengo) por un precio irrisorio de 1,50 euros.
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Como un apunte más sobre este sitio, allí he encontrado artículos raros que normalmente no venderías en una tienda de segunda mano. Por ejemplo, detergente. Es decir, ¿por qué lo exponen? ¿Han comprado demasiado?
En definitiva, puedes pasarte aquí una mañana perfectamente y, sin gastarte mucho dinero, salir con algunas reliquias. Y tú, ¿ya has visitado una Kirpputori? ¡Queremos escuchar tu voz!
Yo trabajé en un kirpputori hace unos meses. Si ir como cliente ya de por sí es adictivo, trabajar allí lo es aún más 😀
¡Qué te voy a contar que no sepas! Tiene que haber sido una pasada trabajar allí.
Saludos.